Acumular y manufacturar

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Acumular y manufacturar son dos actividades características de las tendencias de producción y vida actuales. Las personas tendemos a acumular objetos que sólo serán utilizados de forma puntual, demasiadas veces hasta posiblemente convertirse en inútiles. Los productos que utilizamos para construir nuestras viviendas son en un gran porcentaje fruto de procesos complejos y que requieren mucha energía para completarse. El resultado son manufacturas costosas desde muchos puntos de vista. Las dos prácticas observadas están fundamentadas en unas dinámicas de acumulación y malbaratamiento de recursos, por lo tanto no es recomendable mantenerse en ellas. No son sostenibles.

La propuesta de una vivienda para una pareja joven sin hijos para Casa Barcelona parte de estas dos observaciones y propone una estrategia que se basa por un lado en utilizar el mínimo material posible para dejar una vivienda lista para ser utilizada (instalaciones básicas y distribución textil adaptable), y por otro lado en la utilización de productos industrializados (cortinas, lonas, paneles móviles) y en la aplicación de sistemas tradicionales relacionados con criterios de sostenibilidad: la galería y el doble muro.

El objetivo es proponer una vivienda para una pareja joven (30 años) sin hijos donde la mayoría de los materiales utilizados provengan de procesos industriales sencillos que sólo necesiten una adaptación mínima para su nueva aplicación en una vivienda.

La propuesta de distribución flexible y ubicación de las instalaciones tiene que permitir que esta vivienda básica crezca y se vaya completando de acuerdo con las necesidades específicas de la pareja que se la tiene que hacer suya.

Productos industriales
Se pretende aprovechar tecnologías desarrolladas por otros ámbitos (principalmente industriales), que tengan una cierta tradición de uso y que aún que provenientes de otros ámbitos ya hayan sido previamente probadas.

Los tres productos industriales que son utilizados para la configuración básica son cortinas para realizar divisiones directamente relacionadas con el uso de la vivienda, lonas para construir un techo retroiluminado que dará los ambientes a las diferentes zonas, y un sistema de paneles divisores que permitirán la aparición de una galería a la fachada sur y una zona de almacenaje a la fachada norte.

Sistema de crecimiento
La vivienda nace con un simple perímetro cerrado a norte (opaco) y sur (vidrio), con una dotación mínima de instalación de cocina y de baño sobre las fachadas cortas donde se acumulan las instalaciones comunes del edificio y que hacen a la vez de cerramiento lateral. La cocina tiene los electrodomésticos para cocinar y conservar los alimentos, el baño tiene las piezas de saneamiento mínimas, el almacenaje se consigue con unas simples cajas, la zona de estar tiene una mesa y dos sillas y la zona de descansar, una cama.
En este primer estadio básico también se instala el techo textil retroiluminado y que ya incluye la previsión de un primer nivel de división transversal (cortinas) y longitudinal (paneles divisores).

Una vez la vivienda se ocupa, esta pareja joven irán teniendo sus necesidades vitales y las irá desarrollando, completando y ampliando los sistemas básicos que estaban montadas de origen.

En este sentido, un segundo estadio lo marca la aparición de las cortinas transversales. Estas cortinas delimitan cuatro áreas principales: cocinar, comer y estar, descansar y sanearse. Cada una de las cortinas añade un componente tecnológico dirigido a cumplir perfectamente las necesidades de las áreas que delimitan. En la zona del baño, las cortinas tienen componentes relacionados con el tratamiento de los olores y la estanqueidad al agua; en la zona de descanso, relacionados con el aislamiento acústico y la calidez ambiental; en la zona de estar, relacionados con la tecnología de la información y la iluminación; en la zona de cocina, estas cortinas aportan cualidades de aislamiento frente los olores, tratamientos contra el aceite, etc.

Un tercer estadio viene definido por el uso de paneles divisores longitudinales que crean una zona de galería a la fachada sur y una zona de almacenaje a la fachada norte. Esta configuración también se relaciona con estrategias clásicas de aprovechamiento pasivo del ambiente exterior.
En esta dirección, la galería a sur se convierte en un jardín-invernáculo o fachada vegetal.

De esta forma se quiere evitar que las personas se tengan que adaptar a una vivienda dada, que normalmente lleva al cambio y obsolescencia de productos y espacio antes de ser utilizados.

Al contrario, se propone que sea la vivienda la que vaya creciendo con sus habitantes a partir de un inicio que implique la utilización de los mínimos materiales pero con la previsión para montar con facilidad divisiones y complementos que se adapten a la vida de una pareja en concreto.

Gang bei !: El factor humano

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Una comida, una cena, un… En un restaurante chino, en China. Ni nos acordamos del menú. De lo que no nos olvidamos es de las veces que se brinda en cualquier comida china que se precie. La palabra clave es gang bei, que no es otra cosa que el equivalente a chinchín, cheers o prost! Salud. Como es de imaginar, después de practicar abundantemente la tan socializante costumbre del gang bei, la locuacidad aumenta y la sensación de agudeza y pertinencia aparente llega a sus cotas más elevadas. En ese momento, el discurso sobre el proyecto para dos torres y edificios anexos en la ribera del Qiantang en Hangzhou alcanza su cenit orquestal. A las frases que se intercambian sin solución de continuidad los interlocutores, se les ajustan con una precisa coreografía giros de las manos acompañados de un jalear de brazos que parecen saludar a alguien en la distancia. Nada más lejos de la realidad, porque el precioso sujeto y centro de las miradas y comentarios son unos dibujos y unas maquetas para las susodichas torres, que gracias a encontrarse a escala y pese a sus 220 metros de altura, caben cómodamente en la mesa, rodeados de indicios claros de una opípara comida. Uno de los interlocutores repite con una sonrisa de oreja a oreja cuánto le gusta, muchísimo, el contorneo de las torres, esa forma escurridiza que tienen de relacionarse la una con la otra. Acompaña sus palabras de un caracoleo incesante de sus manos que provoca que a uno de los comensales le asalte la idea de un baile que le es familiar. De pronto, de la punta de la lengua donde ha estado agazapada salta la palabra FLAMENCO, eso, que es como el flamenco. Lo demás viene con la mayor naturalidad, es decir, que se quedan como las FLAMENCO TOWERS.
El factor humano, la relación personal, paralela al desarrollo técnico y estudio de las necesidades del proyecto, resultó fundamental para bautizar la propuesta y a partir de ahí el propio nombre, FLAMENCO TOWERS, se erigió en motor de un nuevo impulso y nueva referencia, fresca y energética, del propio proyecto. Quedó así establecida una imagen clara y potente que iluminaba tanto a los que se acercaban por primera vez al proyecto, mensaje directo, como a los que lo tenían que seguir desarrollando, una referencia que daba una guía.
El lugar elegido es el delta del río Yangtzi, que con una población total de más de 80 millones de personas es una de las áreas urbanizadas más grandes del mundo. La zona incluye municipios de dos de las provincias con un PIB más alto del país: Jiangsu, Zhejiang y la municipalidad de Shanghai, que es principal ciudad de la zona. Le siguen en importancia Nanjing, Hangzhou y a cierta distancia Ningbo.
En total el área urbana está constituida por 14 municipios con un elevado grado de autonomía. Es reconocida la supremacía de Shanghai, mientras que el resto de municipios compiten entre ellos para atraer capital y crecer con celeridad. Las FLAMENCO TOWERS se encuentran en Hangzhou, uno de ellos.
Hangzhou y Shanghai están separados por 180 kilómetros que se pueden cubrir por carretera, autopista y ferrocarril de alta velocidad. Existe el proyecto de una línea de tren magnético que reducirá a 28 minutos la distancia entre las dos ciudades, acercando Hangzhou al aeropuerto internacional Pudong.
Esta proximidad ha posibilitado que tradicionalmente Shanghai y Hangzhou sean ciudades complementarias: la primera como ideal de gestión urbana y la segunda como ejemplo de conservación del paisaje, la cultura y la historia.
En esta dirección, Hangzhou está apostando por un crecimiento urbano que reconozca los valores de paisaje e historia que la han caracterizado, especialmente en relación al famoso Lago del Oeste. Para descongestionar el actual centro de la ciudad, que ha crecido alrededor del lago, se han buscado nuevos territorios en la ribera del río Qiantang. El lema oficial es hacia el este expansión urbana, hacia el oeste expansión turística. De esta manera se quieren conservar los valores que atraen a más de 12 millones de visitantes cada año, concentrando en crecimiento en la margen del río en la que se encuentran los distritos de Binjiang y Xiaoshan, fuera del casco antiguo. El crecimiento de Xiaoshan, distrito en el que se encuentra el aeropuerto internacional, está provocando que Binjiang vaya asumiendo el papel de nuevo centro, un puente entre Xiaoshan y la ciudad que creció alrededor del Lago del Oeste. Esta es la posición estratégica de las FLAMENCO TOWERS.
Concretamente sobre una ribera de Binjiang es donde se proyectan edificar las FLAMENCO TOWERS, 220 metros de altura distribuidos en 55 plantas, más 4 bajo rasante que suman a los anteriores 12 metros más. El proyecto se desarrollará en dos fases que sumarán aproximadamente 125.000 m2. El programa funcional para una de las torres incluye un hotel y spa de 35.000 m2, mientras que para la otra se trabaja con un programa mixto de viviendas y oficinas, aproximadamente 25.000 m2. El zócalo que las unirá estará ocupado por una zona comercial de más de 15.000 m2. En una segunda fase se ejecutaran cuatro torres de vivienda, más de 48.000 m2, con alturas variables y que formarán un conjunto alrededor de las torres a las que se conectaran a través del aparcamiento y de la zona comercial.
Pero el proyecto sigue vivo. Y entonces aparecen los globos, y volvemos al factor humano en la forma del alcalde de Hangzhou. Celosos de conservar su entorno edilicio, los responsables del gobierno de la ciudad están pensando en evitar que desde el Lago del Oeste se puedan observar edificios altos. Para ello han ingeniado una estrategia que consiste en elevar globos sobre las zonas a edificar que son alzados hasta que alcanzan la altura de las torres proyectadas. Si remando con toda la parsimonia del mundo veo el globo desde el lago, pues a quitar plantas, si no veo nada, pues adelante. Y de esta manera quedamos pendientes de que escampe la niebla, que en Hangzhou acostumbra a restringir la visibilidad a menos de 200 metros, para que alguna autoridad remera vea o no vea el globo que simboliza a las FLAMENCO TOWERS. Esperemos que tengan duende.

Cerámica en movimiento para ASCER

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Cuando nos llamaron y nos propusieron trabajar con cerámica la primera pregunta que nos asaltó fue ¿qué es lo que no se puede hacer con cerámica? Seguramente es una pregunta excéntrica. Es lo que pensamos. Bueno, de hecho ahí empezó una reflexión sobre lo que significa un material, el que sea, que nos ha llevado a estar casi seguros de que los materiales son unas entidades bastante reales y muy reacias a ser consumidas por las modas, es decir, que no hay materiales antiguos, pasados o vanguardista. Lo que sí hay son usos del material vanguardistas, pasados o atorrantes. Es como con las personas, seguramente no hay malas personas pero actos, acciones, actitudes horrendas haberlas haylas.
Yendo al grano, la cerámica no se mueve. La música no se ve. Nuestras ilusiones no se hacen realidad. Lloremos un segundo… Se acabó. El Cuarteto de motores en 3,5-1 m, opus 1, alias Cerámica en movimiento, es una propuesta para hacer realidad física un espacio mental imaginario en forma de una superficie cerámica interpretada por 4 motores de 1.000 w cada uno que la mueven al ritmo de 1 m cada 30 segundos. Los dos motores delanteros se mueven a lo largo de un intervalo de 3,5 m, mientras que los dos motores traseros lo hacen a lo largo de uno de 1 m. Se inicia entonces una coreografía cíclica, suave, pero en los límites del material, en el que los motores juegan a esperarse, adelantarse y encontrarse para demostrar que tampoco la cerámica tiene puntos fijos en el espacio. Es entonces que la cerámica se mueve, la música se hace visible y un espacio mental se materializa ante nuestros ojos. E pur si muove!

DÓNDE ESTÁ: Casa Decor 2007. Antigua fábrica Fabra i Coats, Segre 30, 08030 Barcelona.
QUÉ ES: pabellón de representación de ASCER
Y COMO ÉS ÉL: Superficie de teselas de cerámica que se eleva y pliega sobre sí misma mediante 4 motores que amenazan movimiento.
DESCRIPCIÓN TÉCNICA:
Pues mira, son siete partes principales de 92 x 10000 cm formadas cada una por subpartes de 92×92 cm en una secuencia de 4+2+4. Sobre cada una de estas subpartes se han fijado teselas en 9 láminas de 30,5×30,5 cm. La subestructura de todas estas partes principales y subpartes está formada por malla de 5×5 cm a base de varillas de 4 mm electrosoldadas. A esta malla se han soldado pasamanos de 8×40 mm para fijar transversalmente las siete partes principales.
Esta malla cuelga de 4 polipastos con una capacidad de 1.500 kg cada uno, lo  que da un total de 6.000 kg. Los polipastos están gobernados por un autómata y tienen un recorrido que oscila entre los 3,5 y 1 m. Están ubicados a 4,40 m sobre el suelo, elevados mediante un caballete de acero formado por 4 pilares HEB-300 y 4 jácenas IPE-300. Para disipar cualquier atisbo de duda.
Todo este entramado forma una estructura de 22.680 teselas, a la que se suman 13.608 teselas más fijadas directamente al suelo, lo que hace un total de 36.288 teselas. Cada una de ellas tiene una dimensión de 50×50 mm, es de color blanco MC-19, se llama Logos y está fabricada por Equipe.

Mantón de Manila Plus

TE07011RSH-01-EQUIP.jpg[No 5B. HABANERA CONCERTANTE]

 

JULIÁN
¿Dónde vas con mantón de Manila?
¿Dónde vas con vestido chiné?

SUSANA
A lucirme y a ver la verbena,
y a meterme en la cama después.

JULIÁN
¿Y por qué no has venido conmigo
cuando tanto te lo supliqué?

SUSANA
Porque voy a gastarme en botica
lo que me has hecho tú padecer.

JULIÁN
¿Y quién es ese chico tan guapo
con quien luego la vais a correr?

SUSANA
Un sujeto que tiene vergüenza,
pundonor y lo que hay que tener.

JULIÁN
¿Y si a mí no me diera la gana
de que fueras del brazo con él?

SUSANA
Pues me iría con él de verbena
y a los toros de Carabanchel.

JULIÁN
Si, ¡eh! Pues eso ahora mismo
lo vamos a ver.

(Se lanza sobre Hilarión para pegarle;
y ellas le sujetan y gritan.)

Mantón de Manila, a lucirse y a ver la verbena

¿Dónde vas con mantón de Manila? Pues… La del Mantón de Manila es la historia de un viaje de ida que ahora vuelve al hilo de una canción. ¿Dónde vas con vestido chiné? Porque… el Mantón de Manila es la historia de un viaje y también es la historia de como culturas muy distantes en el tiempo y en el espacio pueden comunicarse e intercambiar características. Mantón de Manila anuncia una sorprendente relación entre la tradición China más inmemorial y uno de los más castizos atavíos españoles. Durante el siglo XVI los comerciantes españoles en Manila se fascinan por los mantones  de seda, que hasta allí habían llevado los propios comerciantes chinos,  y los traen a España, siguiendo la travesía Filipinas-Sevilla, vía Acapulco. A partir de ese momento esas prendas, originariamente chinas, pasarían a ser conocidas mundialmente como los mantones españoles o mantones de Manila. El mundo entremezclado y vuelto del revés, perfectamente hibridado y evolucionado… Donde los motivos florales crecen en dimensión y se adaptan a la flora autóctona con rosas, claveles, lirios, girasoles… y loto, sin perder jamás un aire oriental que le dio, da y dará ese exotismo que está en la base de su éxito. Porque, a fin de cuentas, este mantón de Manila quiere ir también a la Exposición Universal de Shangái 2010 A lucirse y a ver la verbena, y quizá no a  meterse en la cama después.

La Seda. Tejido, construcción y estrategias post-expo
Este periplo que se inició con una tecnología antiquísima que sin destruirlos extrae los hilos de los capullos elaborados por los gusanos de seda, se actualiza ahora en un tejido modular, prefabricable, sistemático y ensamblable. La superficie, que es estructura, se construye a partir de endecaedros que teselan el espacio. Una serie de piezas iguales, construidas a partir de barras metálicas de sección reducida, configuran la superficie estructural del edificio, muros, forjados y soportes. Los endecaedros son plementados con paneles de aluminio y vidrio por su cara exterior, mostrando el tejido estructural en el interior del edificio. El resultado es una superficie que en su cara exterior recoge el sensual movimiento de un Mantón de Manila a hombros de una mujer sevillana graciosamente ataviada, cristalizando ahora en una textura que por abrupta vibra en su manera de reflejar la luz.
El sistema constructivo es prefabricado y las piezas son ensabladas en obra, ello permite un control y velocidad de ejecución muy alto, al tiempo que posibilita el desmontaje limpio del edificio al concluir el evento. Por ello, y a fin de reciclar la materia prima utilizada, se propone una estrategia de reutilización de los endecaedros, una vez concluida la exposición, para la construcción de elementos que puedan funcionar a lo largo y ancho del territorio español, algo posible gracias a la versatilidad del sistema. Ahora una figura en una rotonda, ahora una parada de autobús, una oficina de turismo, un polideportivo…

Exposición Universal de Shanghái 2010. Funcionamiento
El edificio propuesto se levanta del suelo, liberando el espacio y proyectando una gran sombra para el albergo de la plaza pública y las piezas de programa más públicas y dinámicas. Unas generosas escaleras mecánicas recogen al visitante para trasladarlo al nivel superior, a un gran atrio transversal que predomina sobre el río. Desde el atrio se accede a tres grandes áreas. A un lado las salas de exposiciones, tres de ellas ya que una se ubica en planta baja para permitir un hipotético recorrido continuo de las cuatro salas de interior a exterior o viceversa. A otro, las piezas de programa más menudas, oficinas, almacenes, aseos, vestuarios,… y desde otro se vuelven a coger otras escaleras mecánicas para llegar al nivel superior, a un gran balcón sobre el atrio que hace las veces de foyer  de las salas de actos, de prensa y multiusos. La sala de actos puede unirse a la de prensa generando una gran sala exenta y rodeable entre los vibrantes pilares de la cubierta.

Memoria centro de interpretación Palma

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Mar Mediterráneo
Latitud: 39,35 N
Longitud: 2,39 E
Palma de Mallorca
Mallorca
Archipiélago Balear

El nuevo Centro de Interpretación del Casco Antiguo de Palma y su conexión con el espacio libre público del Baluarte del Príncipe y la plaza Porta d’es Camp surge en la orilla del mar, y como tal se ha concebido.
El Centro de Interpretación quiere ser orilla y por ello se referencia a la frescura de lo que sucede a escasos 120 metros,…, al alborozo de unos niños que de cuclillas observan fascinados cómo las olas surcan la arena en torno a las conchas que cuidadosamente han ido depositando en el húmedo piso tras saciar su afán recolector de misteriosos objetos asombrosamente parecidos, asombrosamente diferentes.El solar queda surcado por una oquedad diagonalmente atravesando la avenida Gabriel Alomar Vilallonga y llegando al Baluarte del Príncipe, estableciendo una conexión muy natural entre los dos elementos, de modo que el nivel de la conexión se erige en el nuevo plano de actividad de los tres centros a desarrollar. Desde el frente marítimo se accede a través de una suave rampa salvando 2m de desnivel. Al lado ciudad de la oquedad, parcialmente cubierta y exterior, queda el Centro de Acogida de visitantes y Centro de interpretación que aprovechando el desnivel entre el frente marítimo y la calle Joan Maragall propone un gran espacio de recepción y la conexión directa, a través de escaleras mecánicas y ascensores, con la calle Joan Maragall, desde la que también se puede acceder al centro directamente desde la ciudad. En este lado también se ubica la Sede Observatorio de Palma, independiente pero directamente relacionado con los otros dos centros.
Al lado mar de la oquedad se sitúa el Centro de Empresas e Innovación Comercial disponiendo los espacios más libres en la cota inferior y los más compartimentados a un nivel por encima de la calle del frente marítimo, pero apenas superando en altura a la calle Joan Maragall, de modo que se privilegian las vistas al mar desde la parte alta del solar.
En un nivel inferior se sitúa un gran aparcamiento para coches y autobuses que conecta directamente, a través de escaleras y ascensores, con los vestíbulos de los centros correspondientes.Los fascinados niños, ahora habitantes del casco antiguo, ahora visitantes que pasean por las calles altas de la ciudad, ahora viajeros que sobrevuelan la ciudad y ahora usuarios que con la misma fascinación miran al cielo a través de las conchas, ven como la amalgama de piezas misteriosas, similares y peculiares, ahora dibujadas por Haeckel, cubren un espacio dinámico, interconectado y matizado dejando filtrar la luz del Mediterráneo entre sus nervaduras.

Alísia, el dinero no es un problema

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¡Relájese, por favor! Voy, me relajo. ¡Respire profundamente! Respiro profundamente. Piso con paso firme y ¡zas! Estoy dentro. No hay para tanto. Me siento en un taburete giratorio y espero, entretenido con un poco de publicidad y tipos de interés bajos. Me miro en unas paredes pulidas, vaya que no, relucientes, que me devuelven una imagen que parece medio recrecida. ¡Aquí hay truco! A mi me da que no soy tan grande. Vuelvo a darme una vuelta en el taburete y no puedo evitar articular aquello de ¡Jacinto, tres cañas, una de bravas y 3.500 euros. Marchaaando! Al fondo me parece oír un popular oído cocina. Bueno, bien, la verdad es que mi encargo de tres cifras, después de la caña y las bravas, me obliga a sentarme en un sofá levitador que me sube a una nube que relaja. Relaaaaaja. Una compañera del tal Jacinto me habla de forma seductora y yo no puedo más que asentir y hacerle cuatro preguntas intrascendentes. Bueno, esto es lo que yo creía, pero mira por donde que una de ellas hizo sonreír a l’Ali$ia, que es como a mi me gusta recordar que se llamaba. Entonces me invitó a entrar en un gran butacón, sí, sí, entrar, pues me rodeaba a mí, y a ella, y a alguien más que tomaba notas. Y ahí dentro, bien tranquilos, acabamos de hacer lo tenía que hacerse y todos contentos. Fue entonces que ya me quedo claro que el dinero, aquello que estrictamente llamamos dinero, no es ningún problema.

El chotis del feo

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Y otra vez toca bailar con la más fea. Hacer de tripas corazón, buena cara, mejor, al mal tiempo. A medio deshacer hay que terminar, darle un giro y colocar la guinda, siempre guindilla. Venga hoteles, ya oímos el martillar de la máquina registradora. ¡Qué barbaridá! Y vemos de mala gana cómo todos los feos conquistan las chicas más guapas, Agustín Lara y un tal Sinatra. El suave deslizar de la tarjeta, perfectamente dirigida por la guía lectora del terminal bancario. En cambio yo, el Gran, que nací un pollo pera, aquí me tengo la lengua de fuera. Trágala, tú, servilón.
Una vez más poco se puede tocar, poco se puede cambiar, pero todo tiene que parecer distinto y arregladito y funcional. Chist, eso caca. Nos preguntamos porqué no llamarán a nuestra puerta antes de entrar, en vez de ir por ahí a buscar lo que más tarde tendrán que cambiar. He visto gordos y flacos usar mi talento, muy del bracete de un monumento. Ay yo quisiera ser feo, para lucir en la calle una buena gachí.
Y aquí nos encontramos con un buen inmueble bien castizo, muy de ladrillo castellano, al que el tiempo ha querido enladrillar un pabelloncito que es barraquita de varios pisos. Sorpresa mayúscula y fruncir de ceño, qué otra cosa se esperaría de entrar el cliente con los suministros. ¡Ya está bien! Me gusta regular. Y más. Para comer, ya sea bien o mal, se pretende un salón sin sol, sin aire, sin ná. De nombre, El Atemporal, por falto de estaciones, ni hojas caídas ni flores ni trinar de pajarillos ni berrear de taxistas. Cueva, refugio sin guerra, sin ulular de sirenas ni tronar aviador. Y eso que, de Madrid, el cielo. Mas plantas, haberlas, haylas. ¿Subir? No, por hoy fue suficiente. Yo voy a buscar un cirujano especialista en lo facial, que me cambie a mí este perfil que tengo tan angelical. Con mi nueva faz entonces sí podré lucir supergachís, y las mujeres dirán que soy un Adonis, cuando les baile en un ladrillo este chotis.
Aunque las ciencias avanzan una barbaridá, uno se inspira al pasear. Y ahí está, la puerta de Alcalá, la mires o no. No hay quien la mueva, ahí puesta como un urbano en glorieta, aislado y sin función. Sigue agitando los brazos. Espasmódica, flemática. Turístico, bonita, estamos cerca y se vuelve a oír el zumbido electrónico de la máquina de sumar parné. ¡Qué progreso! Bien. El ayuntamiento nos hace pasos subterráneos, al coche déjenmelo tranquilito. Que ande. Qué bien llegar al Retiro, parque céntrico! Muy madrileño, dominguero. Bueno, bonito, últimamente muy variado, cosmopolita. Artistas que sonríen con rictus. Disfraces calurosos, de fotogenia pesada. Menor. Un poco polvoriento en verano, tierra seca, arenilla. Distinto cuando llueve, ojo barro.

Tomar bien las medidas, en la Casa Garriga

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A la Casa Garriga nos acercamos a hurtadillas y a horas infrecuentes para evitar las seguras represalias de unos clientes razonablemente enfadados. En una profesión que gestiona con dudosa eficacia los honorarios, uno de los alicientes importantes pasa a ser la ilustración del curriculum del arquitecto, que si no se sabe hacer pagar bien al menos sí se las apaña para salir bien fotografiado y mejor divulgado. Pero cuando el cliente, pobre de él, obstruye este modesto acto de egocentrismo tan natural a la aristocrática decadencia de este gremio nuestro, ¡hay, pobre de él!, algunos arquitectos sufrimos rabiosas convulsiones. A veces estas desembocan simplemente en una burocrática dilación en la estampación de alguna rúbrica que provoca que el cliente nos guarde largamente en su memoria, con el consiguiente peligro de que algún dia nos pille intentando enseñar la casa a algún colega o crítico especializado. En estos casos la gente se vuelve muy creativa y apela a técnicas disuasorias de la más variada índole, que en la Casa Garriga cristalizó en una manguera provista de un chorro de agua a una sorprendente presión. Esta claro que alguna cosa hicimos no mal sino muy mal, no tomamos las medidas con la suficiente diligencia. Es intolerable.

Dong Si

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¡Qué actividad! El nuevo Běijīng de las tiendas, de los consumidores, de la fascinación y el recelo hacia occidente, quiere actuar entre arrogante y decidido sobre las callejuelas que dan a los llamados sìhéyuàn, patios cerrados entre pequeñas casas, que se agrupan en una trama llamada hútòng. El metro de la ciudad se expande y quiere construir sobre sus estaciones centros comerciales, edificios, que aprovechen la esperable concentración de personas. Las repercusiones económicas no hay que recordárselas a nadie, las urbanísticas y arquitectónicas ya son otro cantar.
Gente de influencia reconocida, y de capacidad ejecutiva evidente, propone como pista para la pinta del nuevo edificio el carácter imperial de Běijīng. Hay muchos señores y muchos intereses, parece evidente que nuestra posición ha de acercarse al ámbito del funambulismo. Se nos deja participar por nuestros conocimientos y prestigio, pero nosotros actuamos un poco a la inversa y proponemos mirando a todos los lados, incluso hacia aquellos en los que no se nos supone opinión.
A partir de aquí, y dando claras muestras de asimilar el principio de humildad tan presente en la cultura china tradicional como olvidado en la actual, empezamos a mirar los grandes edificios de la ciudad histórica. Y los dibujamos ligeramente, una manera clásica de entender las cosas. ¿Imperial? El Pabellón de la Armonía Suprema, ‘tài hé diàn’, situado en la Ciudad Prohibida, ‘zi jìn chéng’ (literalmente ‘Ciudad Prohibida Púrpura’).
El dibujar da la suficiente libertad para obviar el hecho de que las cosas pesan y levantamos las puntas de las cubiertas ya de por sí bien apuntadas, insinuando que la extensión de tejas podría ser una sábana bajo que la todos nosotros bien podríamos jugar ha simular un pequeño fantasma. Pero imperial también intima con lo pesado, contundente, y así nos lo hacen saber. Y nosotros volvemos a escuchar los usos del lugar y así como el junco se dobla con el viento nosotros asentimos contundentemente, a la vez que, sin ser vistos, miramos la nerviosa trama del hútòng.
La estrategia intentará dar este edificio que se nos pide que repita cansinamente referencias mil y una veces construidas, pero también ese otro que recupere algún aspecto del hútòng tradicional. Los pórticos muestran en alzado su cara imponente, imperial, y se sitúan en planta siguiendo una alineación que encuentra su inspiración en el urbanismo tradicional de la ciudad. Esta aportación escondida es una pista que surge tanto de la tradición como de la necesidad de buscar la estructura ya en construcción de la estación del metro sobre la que crecerá el edificio. Los nuevos pórticos tienen unas posiciones posibles y muchas inviables, lo que llevará a un hacer de gracioso saltarín que mirará al hútòng para establecer un orden.

Cronología de Frankie

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081004 Melting pot. Y todo empezó viendo que había muchos cubiertos hechos a lo largo de la historia. Y muchos estaban bien. Nos asaltó la gran duda acerca de la estrategia a seguir: diseñar y fabricar, que era lo que se esperaba de nosostros, o bien escoger y seleccionar, aceptando que la parte del trabajo que nos tocaba a nosotros quizá ya estaba hecha. Se propuso lo que se dio en llamar la cubertería óptima, es decir escoger el mejor cubierto, independientemente de su marca o diseñador, para cada comida y juntarlos todos en una colección. Todos distintos en su diseño, todos igual de óptimos. Un melting pot.

141004 Una història de coberts. Pero claro, pareció que no íbamos a hacer nada y además nos interesaba el tema. Nos pusimos a investigar qué era eso de los cubiertos. Para empezar descubrimos que desde una perspectiva occidental primero fueron las cucharas, luego el cuchillo, más tarde un segundo cuchillo para que no se escapara el filete del plato y solo después apareció el tenedor.

191004 D’ordre, límits i singularitat. A la vez que enredados en cubiertos, estábamos pensando en boles y recipientes de servicio. Por ello trabajamos el lugar de las cosas en el plato, en la bandeja, y de qué manera van desapareciendo del plato (hacia nuestra boca) o de qué manera va quedando abandonado en la bandeja lo que nadie se toma. ¿Alguien se ha fijado en el aspecto de una mesa en la que la comida ha finalizado pero que aun conserva los platos? Repasad las fotografias, repasad. En este momento también tratamos el problema que supone la fabricación seriada cuando pretendes una pieza verdaderamente singular. A todos nos gusta tener algo distinto.

101004 La presentació a FA. Bueno, había que presentar nuestras pesquisas y propuestas al señor cocinero Ferran Adrià (a partir de ahora FA). Nos plantamos en su laboratorio con una colección que habíamos hecho con anterioridad y que denominamos como Técnica pero le presentamos la Colección Óptima de la que hemos hablado más arriba. También hablamos de boles y superfícies de servicio.

151104 La reunió-Frankenstein. Esta vez quedamos en nuestro LAB, nuestro taller. Teníamos una cantidad nada despreciable de cubiertos de todas la medidas, bastantes materiales (aunque el rey era el acero) y no pocos colores. Estaban extendidos sobre las mesas y nos pusimos a toquetearlos con la ayuda Marc Cuspinera y Damián García Puig
por parte del equipo de FA, Miquel Cunill, orfebre, y Neus Canals. Marc defendía, imitando a un voraz sorbedor de sopas, que se tenía que estudiar el uso de las piezas y ponía en duda la tendencia actual a aumentar el tamaño de los cubiertos. Por ahí alguien decía que había que asociarle un concepto a la pieza, que bastaba con que fuera bonita y sencilla però con alguna idea detrás. Otros simplemente ayudaban proponiendo que fuera la mejor cubertería del mercado. Muy bien. Como iba ganando enteros, por productivo y divertido, la opción de estudiar las piezas se fue comentando como esta era cómoda, como la otra tenía un tamaño adecuado, como la de más allá tenía un peso ligero… Sí, todo eran buenas cosas, pero juntas en una sola pieza abocaban a una imagen de Frankenstein. Era una pista.

161104 El que estem menjant. Aparte de haber recopilado una colección de piezas destacables empezamos a mirar a nuestra realidad más cotidiana. Ahí apareció el mundo de los menús, de la comida rápida, de las cenas íntimas y las grandes comidas de festivos… o las visitas a un restaurante con estrellas Michelin. De ahí tomamos desde distintas formas de encarar la ingesta de un plato a los diferentes adminículos que usábamos según el lugar, el tipo de comida, incluso la hora del día… También nos fijamos en el menú própiamente dicho: qué se come en prisión, cómo te introducen el suero en el hospital, qué te ofrece el restaurante de la esquina cada dia al mediodía.

221104 Evolució de les espècies-Part II. Bien, había que buscar las características de las nuevas piezas, por que sería deseable utilizarlas. Entonces nos propusimos mirar hacia la manera en que distintas culturas manipulaban los alimentos a la hora de comer (feng shui, kashrut…) y tambíen si había que plantearse el comer de una forma distinta platos conocidos. Quizá cuchara-cuchillo-tenedor no eran las piezas óptimas para algunas actividades alimentícias determinadas (una esponja ¿para tomar la salsa sin engordar?).

101204 Reinventant la sopa d’all. Con la comida no se juega, lo teníamos claro. Decidimos definitivamente ir en la búsqueda de características modelo en las cuberterías que en el mundo son. Analizar las mejores piezas para extraer sus características. Parecía una forma razonable de reinventar la sopa de ajo.

151204 Guió presentació-Coberteria de fusió. La fusión era un nombre malo, pero describía el proceso que habíamos seguido. Unos análisis técnicos llevaban a una pieza perfecta en proporciones y forma, pero un tanto sin alma. El buscar referencias y características a otras piezas, una suerte de mestizaje, le insuflava un poco de espíritu vital. Entonces: forma pura + mestizaje = nuevas cubertería.

151204 *Fusió Ganivets. Y para explicarlo hicimos un power point.

151204 *Coberts a l’espai. No solo investigamos cubiertos o usos de otras culturas sino que nos propusimos considerar cómo en una situación extrema, físicamente lejana a nuestro dia a dia terrenal, se encaraba el proceso de comer. Como la investigación dio un resultado basado principalmente en imágenes nos decidimos a repetir la experiencia del power point.

201204 Reunió-Neobarroc. Aquesta vegada FA ens rep a una capelleta que té dins el seu laboratori, bé capelleta o sala capitular. Impressionant. És mira les peces i apunta que potser són una mica pel client de Vinçon però que a ell també el coneix la Tieta Maria que mira el Cor de la Ciutat. També les vol com a clients. Inspirar per la sala, amb les parets folrades de fusta tallada, se li desperta la memòria d’un hotel d’una ciutat llunyana on ha estat i surt amb el tema del barroquisme, de l’ornament. Llavors va aparèixer la idea del gravat, del tatuatge com una manera de tractar la superfície dels coberts. Posa’m uns estampadets a la cullera, maco.

240105 Llista de Gadgets. En momentos de embotamiento es bueno irse muy lejos, pero no a meditar sino a actuar. Empezamos a elaborar una lista de posibles gadgets, adminículos superespecializados en algún lance del arte del buen comer. Había dos grandes grupos, los que provenían del ingenio y los absolutamente disparatados y dignos de ser publicados en el TBO. Los primeros pretendían resolver sin complejos desde comer una sopa hasta controlar la temperatura de los preparados. En el grupo de los excéntricos primaba la unión de comida inverosímil con mecánica jerigongorina.

010205 Memòria coberts. Como hay que cumplir con la prensa tenemos que redactar una memoria a la que llamamos la Cubertería Infusa, por aquello de que mezcla un proceso fundamentalmente técnico con múltiples roces con la tradición, esta relación le da un aire humano a las piezas.

010205 Gadgets. Buscamos gadgets presentes en el mundo de la cocina, elaboramos una lista que va desde el servidor de spaghetti al sacacorchos.

210205 *Parar la taula. Rebuscando pistas alrededor de la posición de los cubiertos dedicamos unas jornadas a estudiar el protocolo de poner la mesa. A ver qué sale. Bueno, como mínimo aprendemos buenas maneras.

220205 Frankenstein de Luxe. Iniciamos una tentativa de definición, hacemos frases, buscamos adjetivos y recorremos la anatomía del monstruo.

220205 La definició. Al final damos con una definición que tiene un poco de diccionario y no mucho de rumor. Recoge por ahí. Es de esas definiciones que ayudan al proceso de construcción, porque vas haciendo y té gusta saber qué diantres es lo que tienes entre manos. Si es una bomba puede explotar.

210505 CV Faces MDM. Por aquello del glamour del creador, palabreja que tenemos vetada en l’EQUIP, nos piden una semblanza de quienes somos. La primera tentativa para Miquel de Mas decía así como que Jo abans no parlava gaire…

210505 CV Faces XCL. Lo mismo para Xavier Claramunt, que entre provocador y desastre afirmaba que No tinc nevera… para acabar, después de enumera los mil y un horrores de cualquier suegra, con total desfachatez diciendo que …es diu adaptabilitat.

060606 CF Faces combinat. No parece conveniente describirse por separado y nos piden que lo combinemos y además lo comuniquemos en esas dos lenguas que practicamos tan a menudo. No pinta bien.

140605 Cada persona compta-I van 9. Como no estava claro el porqué del número de las piezas empezamos a trabajar con grupos no usuales. ¿Por qué la unidad és dos? ¿Por qué media docena? Encontramos modos de contar el mundo con innumerables bases distintas al 10 o al 6. Se convirtió en una reflexión entre económica y social acerca de cómo se vendían las piezas, en grupos de qué numero.

140605 *El número 9. Para explicarnoslo mejor elaboramos un power point con formas de contar que en el mundo han sido. Era un trabajo ligero, sin pretensiones científicas. Como no sabíamos mucho sobre el tema una simple recopilación de cromos nos dio pistas. Vaya pistas.

140605 *La capsa. Si había polémica sobre la agrupación mínima y máxima, imaginaos sobre como viajaban hasta los clientes. Que si cajas, que si estuches… Aquí no nos hicieron mucho caso. También era un power point, solo para nuestros ojos. Un trabajo interno.

210905 CV Faces 2. Como no había manera que les gustaran las semblanzas que proponíamos de nosotros mismos tuvimos que seguir trabajando en nuestra definición. Aquí ya solo proponíamos descripciones conjuntas, para uno decía Yo soy Francesc Xavier Claramunt Domènech: en marcha. Para Miquel había un modestísimo Nací en Barcelona hará unos 30 años: bueno. Pues tampoco les gustó.

210905 Definició de la col·lecció. Aquí aparece por primera vez el nombre de Frankie, que al final acabará perdiendo la e para quedarse en un simpático Franki.

260905 CV Conjunt. Volvemos a la carga con nuestra semblanza y esta vez un Nacieron hace 40 y 30 años respectivamente… augura un solemne fracaso comunicativo.

260905 Neus define. Definitivamente los empresarios estrictos toman las riendas y lo resuelven de un plumazo palmípedo al son de Comparten estudio desde hace años…

291105 Querida Anatxu. Aquí nos ponemos en contacto con una amiga de la prensa, especialmente arquitectónica, y le enviamos una carta para darle a conocer a Franki e invitarla, como quien no quiere la cosa, a la presentación que se iba a llevar a cabo en Madrid, capital de España.

261006 La cronología de Frankie. Ese soy yo.

Recuperar el origen

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Es mar, sa costa, los pinos. La isla de Mallorca y su configuración originaria. Cuando el ser humano no tiene el poder absoluto ha de ingeniárselas dialogando con la naturaleza. Pero cuando se pretende un grado de control reducido al ordeno y mando, tan del gusto del hombre actual, no acostumbran a surgir relaciones memorables. El hombre cada vez se esfuerza menos en escuchar aquello que le rodeo, no se acostumbra a encontrar necesario.
A las diferentes estrategias que se han seguido en el Hotel Maricel para reformar primero y ampliarlo ahora, se ha intentado recuperar situaciones naturales originarias memorables. Recuperar EL MAR. Recuperar EL BOSQUE.

El Hotel Maricel se construyó en 1948, dentro de la primera serie de hoteles especialmente dirigidos a los turistas. A partir de su situación privilegiada, el edificio original se acercaba al mar extendiendo terrazas a la manera de grandes peldaños. Este ir bajando provocó que al edificio le crecieran los bajos y apareciesen estancias semienterradas que miran al mar, perforaciones postroglodíticas que nos remiten a las grutas y cuevas mediterráneas. Pero éste no dejaba de ser una construcción que se establecía enfrentado al mar, con su vanguardia de terrazas y cortina de arcadas.

En la primera actuación de reforma se quiso recuperar una relación más natural con el mar… Entras al hotel y te das cuenta que estás ante una sucesión de bambalinas, escenografía de puertas huidizas y paredes al tresbolillo que se apartan rítmicamente para que entre el mar. La nueva distribución tamiza la luz del Sol y el reflejo del mar, incitando un recorrido de intensidad creciente que aprovechando las terrazas exteriores y girando la piscina quiere recuperar la referencia dentada de la costa rocosa. RECUPERAR EL MAR para que todo el edificio se empape en él.

La ampliación está dirigida a anexionar dos solares situados frente al edificio original, al otro lado de la calle y por tanto en una segunda línea de costa. Esta ampliación quiere reforzar la importancia del edificio original como puerta de entrada noble y establecer una forma de acceder a las nuevas áreas que recupere la referencia al bosque y sea capaz de generar un contexto alternativo al que rodea esta nueva área. La situación quiere flirteo y se reinterpreta la conexión como un valle que se abre paso entre marjades buscando los solares a anexionar. Muros de piedra seca negocian con las tierras el espacio a ocupar. A veces se cierra el trato simplemente con taludes, otras, de la misma manera que el edificio original buscaba el mar con peldaños solarium, este valle se aterraza con bancales que nos conducen hasta perder de vista todo lo que nos rodea, ya no estamos en un ambiente urbano, estamos entre árboles y cielo. RECUPERAR EL BOSQUE que crece en un torrente inventado que nos lleva en dirección inversa al mar, un recorrido informal, un fragmento de meandro de un río de vegetación que horada las paredes allí donde gira, erosionando la tierra. A través de estas erosiones de la topografía accedemos a los nuevos edificios que se encaraman en atalayas disfrazadas de habitaciones desde donde avistar el mar. Siguiendo la dinámica de los muros de piedra seca, que forman los bancales y levantan las nuevas construcciones, recreamos un bosque de pinos y volvemos a ver el mar que nos daba la bienvenida en el edificio original. La propia isla.

Romeo y Julieta

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Julieta baila. Julieta se exhibe. Julieta sabe muy bien qué hacer con la luz que el Sol le regala. Romeo calla. Julieta sale de día, cuando la luz del Sol puede entretenerse en su cuerpo trabajado de cornisas, frontones y volutas. Es de día que Julieta levanta sus caras al compás de la ruta del Sol, ejercitando esas voluptuosidades históricas recién recuperadas en beneficio de su autoestima. Romeo calla. Romeo mira y la adora. Romeo espera. Julieta es una. Romeo es nadie. Romeo espera hierático, impasible, frío como un témpano de hielo, reflejando generoso toda la luz hacia ella, que sabe cómo manipularla, conducirla por las cañadas de sus sensualidades, amansarla en sus recodos, dormirla en sus guaridas. Romeo tiene suficiente con disfrutar del espectáculo de cualquier día sobre Julieta, la transformación de esa luz ininteligible, salvaje, que tras retozar sobre ella es devuelta en palabras que se dejan escuchar.
Romeo espera su turno, que llega con la noche. A medida que Julieta va quedándose sin ingredientes para tejer su maraña de seducción, Romeo va asumiendo protagonismo. Adiós Sol, bienvenida noche. Romeo es sobrio, puro, tiene una luz que mira tímida tras diversos antifaces. Cuando el Sol abandona su lugar y la luz hay que inventarla, Romeo se pone a ello y al hacerlo se nos presenta. Así como antes se había conformado con mirar los caracoleos de Julieta, ahora se hace oír emitiendo haces de luz que evidencian su ser en capas. Porque Romeo es simple aire, es luz entretenida entre cortinas, entre mármoles que infructuosamente pretenden encarcelar la luz tan preciada al caer la noche. Todo se escapa. Nubosidades luminosas atraviesan paramentos de madera, translucen el mármol, se desovillan de telas para ir a encontrarse con Julieta y pedirle que las esclavice, ofreciéndose en sacrificio para invocar el renacimiento de su añorada exhibición de voluptuosidad. Es una pretensión tan entusiasta como vana, pero ellas saben que su imposibilidad no impide su intento. La luz suicida se lanza siguiendo el trazo caprichoso de los emparrados, explota tras la fachada de mármol en formación y surge desenfocada a través del agua, fluyendo de alguna profundidad no remota. Todo inútil. Julieta solo baila al Sol, no sabe qué hacer con la alocada explosión de Romeo. Únicamente acierta dulcemente a dejarse querer.
Romeo es nadie. Romeo es simplemente las ganas de comunicarse con Julieta, el deseo, la sumisión del observador agradecido, espectador de su exhibición.
Porque Romeo es interior, luz atrapada en un cuadrícula de mármoles, cristales que titilan, telas que oscilan y maderas que acarician la vista. Lo que era inerte amasijo de texturas superpuestas se destila en una casi nada sugeridora de luces huidizas. Romeo es generoso y devuelve el espectáculo diurno de Julieta… a su manera. Quiere acortar la distancia y emparra sus brazos para tomarle los hombros y abrazarla, Por debajo de los estanques, que son aguas encantadas, Romeo se desliza al encuentro de ella para, aunque sea lo único que consiga, rozar los piececillos de Julieta. Oh Julieta. Romeo silba chispillas que susurran a las volutas, a las cornisas, a las cenefas que descansan, que mañana volverá el día y podrán brillar frenéticas de nuevo. Pero que ahora deben tener la paciencia de dejarse amar, aunque solo sea un poco. Y ella acepta, no aparta los pies, descubre sus hombros para sentir el tacto de sus manos vegetales. Traviesa de día, callada de noche.

Efecto camaleón

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Entre los seres vivos los hay que viven en comunidad, entre iguales, otros son solitarios, únicos. Los iguales se esfuerzan por destacar frente a los demás, para vivir necesitan ser uno entre todos. Los únicos tienden a camuflarse en el ambiente, por seguridad, para sorprender a sus presas. De los segundos hay algunos que incluso son capaces de cambiar su apariencia externa, alterar su imagen según más les convenga para pasar desapercibidos fundiéndose con un momento y lugar. Esa es una estrategia.
En BT se desarrolla una hibridación paradójica entre esa estrategia y el vivir en comunidad de las tiendas de un centro comercial. Se recurre a una piel interior translúcida que puede cambiar sus condiciones de luz un poco como quien sigue al día. La adaptación de la envolvente al paso de las horas individualiza el espacio frente a sus inalterables vecinos, que conservan una apariencia constante. Este proceso construye un espacio de venta repetido, con unas dimensiones constantes pero que atrae nuestra atención por la mañana, la tarde y la noche.
La variación de la luz y su seguir al día se convierten en una imagen de marca. Las cualidades lumínicas pasan a ocupar el lugar del mobiliario, de los objetos, de los nombres. La identificación viene dada por la sensación y no por lo que puedes tocar.
El animal esta vez viene caracterizado por unas estructuras modulares translúcidas en aluminio y poli carbonato que alojan toda la maraña luminotécnica. A partir de una formalización mínima en L de estas unidades se generarán unas envolventes lumínicas de paredes y techo. No importará tanto la cualidad de forma del montaje, siempre adaptado al espacio dado de la tienda en cuestión, como su capacidad de controlar la luz que dominará el ambiente y será un reclamo al exterior.

Homs el Born

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El born es una parte de ciudad de calles estrechas, el único espacio que la densidad del casco antiguo deja libre para el movimiento de las personas. Una estructura de origen medieval allí donde tenían lugar los torneos entre caballeros que le dan nombre y donde más tarde se estableció, abriendo una gran plaza, un mercado cubierto. Pero la manera de vender en la calle es distinta, es el tenderete, el mercadillo, el top manta, el puesto ahí en medio del ir y venir de la gente, una venta ambulante que se vale del suelo para exponer sus mercaderías. Estamos en la zona más activa, con callejuelas imprevisibles, estrechas y de difícil acceso para la luz del sol. Del antiguo mercado central se ha pasado a la proliferación de comercios encarados a la calle.
Todas estas pistas nos llevaron a la apertura de una especie de nueva calle, espacio para el movimiento de las personas, un atajo con mercadillo, el lugar para el comercio. El acto de la venta se realiza en esta tienda que es paso entre dos calles, un pasaje marcado por unas grandes letras luminosas. Éstas dan la identidad y, una vez en posición en el interior, establecen y ordenan el espacio del intercambio, del mercadeo.
Las actuación se quiso mínima. Se aumentan los huecos de las fachadas a las calles de Esparteria y del Bonaire, comunicándolas y dejando que incluso con la tienda cerrada se puedan relacionar las dos calles. La estructura de vigueta metálica y vuelta catalana del techo se dejó al descubierto, pintándola de negro al igual que los pilares de fundición que apean el espacio. El pavimento existente de hormigón simplemente se saneó, limpió de obstáculos, y se desarrolla sin solución de continuidad sobre uno de los muros laterales mediante un graffiti continuo de letras de grandes dimensiones. El otro lateral acoge los servicios y un pequeño almacén y como acabado se ha dejado a la vista la piedra del muro. De esta manera se diferencia entre los dos laterales y se acentúa la continuidad-graffiti del otro muro sobre el pavimento.
Será en este suelo donde la ropa a la venta estará expuesta sobre una suerte de alfombras de metal que forman parte de unas estructuras tubulares que se pueden distribuir con libertad. El orden para la colocación de estas estructuras lo darán unas grandes letras luminosas cuya sombra desubicada bien podría ser el graffiti que recorre suelo y pared. Cada una de ellas construida con una estructura tubular de acero recubierta lateralmente por chapa de acero inoxidable con las soldaduras vistas, dejando las dos caras principales de cada letra para ser completadas con una plancha de metacrilato sobre la que se aplica un vinilo troquelado que le dará el acabado final.
Una de las letras está montada sobre ruedas de alta resistencia para poder ser llevada hasta la fachada y asomar uno de sus lados a la calle. Como caídas de un cartel luminoso de grandes dimensiones, nunca visto, las letras son un reclamo al exterior a la vez que iluminación y ordenación del espacio interior.

Efecto peluquería

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Un espejo mira, pero solo se sabe que mira mirándolo. Cuando la complicidad de miradas se establece entre dos espejos se desata un proceso sin fin en el que la dicotomía sujeto-objeto pierde sentido para entrar en una repetición infinita que los unifica. Cuando dos espejos se sienten próximos es normal que sientan la tentación de encararse y no debería extrañar que algo quedara atrapado en medio de su juego. Es el Efecto Peluquería, una ilusión sin fin de un objeto o lugar atrapados entre dos espejos que se miran.
Una pequeña tienda para una cristalería es atravesada por unos agujeros ilusorios, perforaciones sugeridas por parejas de espejos que se miran y remiran y vuelven a mirar. Unas pantallas de cristal rojo unen la mirada de los espejos compartimentando y a la vez poniendo en crisis las referencias del espacio, son haces cálidos que se estiran hasta ahí donde nuestra vista ya no alcanza.
La calle tiene su reflejo en el interior, repitiéndose en el fondo del espacio gracias a unos espejos que buscan su pareja en el exterior. Pero esa pareja solo podemos ser nosotros, que miramos y nos reconocemos dentro de este lugar indefinido, en esa que creíamos pequeña tienda y que al entrar se reinventa a sí misma como ilusión de un edificio en altura.
Los espejos dictan todas las normas en el interior, también dan las pistas constructivas. Así unos marcos circulares de acero inoxidable reciben los espejos, sujetan las pantallas de vidrio laminar rojo, delimitan un espacio de exposición y dejan una traza que aprovecha la escalera metálica para envolverse en las pantallas laminares y subir hasta la primera planta.

Coser y cantar

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A veces, solo a veces, las cosas son más simples de lo que parecen. Otras incluso lo son y lo parecen. Y aquí nos tienes en un antiguo complejo fabril dedicado en origen a tareas peleteras y ahora, bueno, ya hace tiempo, reconvertido en una algarabía de diseñadores, arquitectos, grafistas, fotógrafos y, atención al dato, gestores del conocimiento. Tarea esta última que no deja de ser un horizonte de esperanza para esta nuestra tierra de pésimos gestores y peores gestionados. Y es en medio de esta marabunta, lío que no entiende ni el putas, que nos llega un encargo que no es tal pero que nos dará fama y reconocimiento, es decir ni un duro y la fama en casa de la familia a la hora de comer.
Pues a lo que íbamos, que las cosas si no son simples a veces, solo a veces, también, habría que hacerlas fáciles.
Estamos en la última planta de un edificio de un complejo fabril de principios de siglo. Debido a su uso originario nos encontramos con un gran espacio rectangular con ventanas en sus dos paredes largas, este-oeste, techos altos, equis metros, y un suelo más bacheado que la playa de la Barceloneta después de una rave de ociosos pero modernos. Como somos unos listillos y lo de ‘pretensión la justa’ es de solo puertas a fuera, nos quedamos con lo que nos interesa y a lo que no nos gusta le damos con hormigón.
La primera operación fue crear un nuevo suelo por encima del existente pero esta vez llano, característica por lo común muy bien recibida por la generalidad de la población. La segunda fue una decisión drástica pero impecable: dividir el espacio en tantas funciones como se nos pedían. Así apareció un área para el diseño gráfico y una segunda para estudio fotográfico, separadas ambas por una grada dirigida al plató de fotografía que institucionalizaba el tan popular como mal pagado y peor visto oficio, por lo de a jornada completa, de voyeur, mirón vaya.
Pero a partir de ahí nuestro gozo en un pozo, y sin que nos picaran la cresta nos dimos cuenta que nada era tan simple sino que había que dar respuesta a necesidades básicas de las nuevas funciones. Se necesitaban espacios segregables, áreas que pudieran privatizarse, controles visuales de entrada… pero como no hay mal que por bien no venga, si es que alguna vez fue mal y no fruto de nuestra perezosa inercia, nos pusimos a cantar una canción de taberna. Empinamos un poco el codo y, ahora sí con la pretensión justa, una bombilla nos iluminó. Bueno, fue un flash, y lo que hizo fue deslumbrarnos. Dita sea.
Había que crear dos espacios básicos, gráfica y fotografía, y se pretendía conservar la  sensación de amplitud que daba naturalmente el espacio. La estrategia básica consistió en definir de forma sutil diferentes áreas de trabajo, dotándolas de la infraestructura necesaria sin interferir en la lectura extensiva del espacio. Para ello se propusieron uno, dos y tres movimientos.

Uno, el suelo de la sala principal se pavimenta con madera en tres áreas rectangulares donde la posición de la tomas de información y electricidad en dos de ellas invitan a ser colonizadas por mesas, grandes mesas de estructura metálica sobre las que colocar caras pantallas de ordenadores bien enchufados y en marcha, que aunque no trabajando siempre dan un aire de actividad del agrado de los clientes. La ausencia de infraestructuras en la tira central la aboca a ser conservada como generoso deambulatorio que lleva de la entrada al plató de fotografía.
La necesidad imperiosa de contar con espacios de mayor privacidad para reuniones y agasajar a la jerarquía provocó que el pavimento de madera petrificada al que se le habían escapada más de unos pocos ceros se plegará ahí donde hiciera falta para envolver y privatizar. Los cerramientos laterales de los cubículos que aparecieron se completaron con cristal para no obstruir la entrada de la luz de las ventanas, conservando a la vez la visión de las paredes originales de fábrica. Es un poco como si levantaras la alfombra y te colocaras debajo ya fuera para hablar de asuntos delicados, ya por que estuvieras cansado de las monsergas de tu compañero de mesa, siempre y cuando no esté ya todo lleno de la inmundicia que la gente acostumbra a esconder y acumular lejos de las miradas ajenas.

Dos, un par de cortinas. Nos pareció una forma suficientemente sutil de segregar parcialmente, ni siempre ni totalmente, y a voluntad. Dos elipses de terciopelo se cuelgan del techo. Una de ellas te protege de las miradas de los recién llegados, una vez han franqueado la puerta de entrada, y por el mismo precio les ayuda a ir descubriendo el espacio gradualmente. Siempre se intuye que algo ha de haber detrás de una cortina, y más una que cuelga de semejante altura. Pocos pueden evitar el correr ligeramente el terciopelo y aventurarse en el espacio. Bueno, lo de aventurarse es relativo porque peligro, lo que se dice peligro no hay mucho. Una vez al otro lado se extiende el pavimento central de madera libre de objetos, con los cubículos y mesas a lado y lado, al final del cual se intuye lo que parece el intento de una segunda elipse de terciopelo.

Y aquí es el tres, la grada. Como el plató de fotografía pide una condiciones de luz y sonido distintas a las que necesitan las labores de diseño gráfico y administración, se establece una segregación rotunda entre los dos espacios. Se aprovecha esta necesidad para colocar una grada de espaldas al primer espacio y que mira con descaro a los sujetos fotografiados. La segunda elipse vuelve a aparecer en este segundo espacio dando una cierta intimidad a los espejos donde se preparan las fotogenia, los maquillajes y vestimentas. Una vez acicalados y acicaladas saldrán a ser inmortalizados impúdicamente vestidos, como es costumbre en la actualidad, mientras son observados y observadas desde la grada con no pocos pensamientos de características más bien básicas.
Ocho y maaaaambo. Ahg!

Lámpara Kaos

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Clic. Nada por aquí, nada por ahí, veo pero no acabo de entender. ¿Y quién quiere entender? No es una lámpara, es luz. Simple y pura: su acción ilumina los objetos y los hace visibles. No hay ni forma definida ni punto de vista privilegiado, ella te ilumina de tantas maneras como tú seas capaz de mirarla. Niega pudorosamente su cara incluso al fotógrafo que intenta buscar un perfil ideal para el retrato del catálogo, clic, clic, clic.
Compuesta de dos partes que una vez encendida, clic, se funden en una nube luminosa que no parece tener pie. La parte iluminada es una pieza de vidrio de base elíptica que se contorsiona decreciendo hasta otra elipse menor y rotada 90 grados. No tiene forma que la restrinja. La base es de cerámica blanca que, clic, desaparece al reflejar la luz.
Clic y se hizo una nube de luz.

Soft

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Se coge el foco de un coche de aire retro que jamás ha existido y se cocopia libérrimamente para vestir una bombilla con un carenado de fundición de aluminio. El encargo quería otra cocopia, más práctica, de un foco de plástico de supuesto éxito en el mercado y que obedientemente fue tenido en cuenta en el proceso de diseño. Mentes clarividentes asesoradas por consejos de sabios anónimos llegaron a la fugaz conclusión de que el plástico hace barato y que había que ascender al material. Entonces es cuando aparece la fundición de aluminio, que aunque reconduce el diseño no puede renegar de sus orígenes relacionados con una imaginada pastosidad del plástico.

¿Quién es la princesa ?

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¿Pero alguien sabe sí hay alguna persona bajo el nombre De la Princesa, calle de Barcelona? Pues sí, claro. S. A. R. Doña Isabel de Borbón y Borbón, Princesa de Asturias, heredera por dos veces pero sin llegar a reinar nunca. Sabedora de que un hola Reina es muy distinto a un ¿cómo estás princesa? se ratificó con insistencia en ese su estado principesco. Lo era, efectivamente, y muy popular, castiza de Madrid donde la moteaban como la chata. Pero volviendo a Barcelona, ciudad por cierto Condal, resulta que alguien, seguramente pellizcado de cierto republicanismo, decidió dar a la continuación de la calle de Fernando un bien genérico nombre, De la Princesa, evitando por sabia o extraña razón especificar a cual de ellas, tantas y tan mentadas, se hacía la graciosa referencia. Y es que no es mala forma de pasar de puntillas por encima de todos los embolados que la historia nos trae constantemente. Es una idea práctica, de gran potencialidad contemporizadora: calle del General, avenida del Supremo, bajada de la Prima. Y es que cuando hay que lidiar con muchas sensibilidades hay que saber encontrar el punto desde el que incomodar lo justo, fundamental, y a todos, ineludible, pero sin perder carácter. Es decir, que el café para todos generalmente sienta mal a los niños, archireconocidos amantes del Cola-Cao.
Y cuando la calle, De la Princesa, da al Parc de la Ciutadella, el piso Principal de un edificio de sobria solemnidad burguesa se afana a convertirse en Hotel. Una amplísima escalera de mármol nos conduce a la que fue lujosa residencia y que más tarde sufrió una remodelación sin contemplaciones para perpetrar una escuela que por su distribución debía de seguir una pedagogía arcaica. A pesar de ello, el estado actual aún muestra trazas de una decoración de cornisas, puertas labradas y techos pintados que sobrevivieron parcialmente a los rigores escolares. La estrategia para el nuevo cambio será otra, y está configurada por dos sensibilidades a considerar y una sensación a recuperar.
Una de ellas se refiere a los vecinos, personas no transitorias que ya residían en el inmueble y que todo indica que van a seguir haciéndolo, aunque ahora tendrán que compartirlo con gentes pasajeras, ociosas y con no pocas ansias de diversión. La otra ha de tener en cuenta a los celosos defensores de ese patrimonio de volutas, cornisas, amorcillos y demás ornamentos de mejores épocas. Agentes de una cierta autoridad edilicia, encargados de que no olvidemos una cierta interpretación de nuestra historia. Entre estos dos mundos se va a intentar recuperar la sensación de estar en un gran principal a pesar de la subdivisión que requiere el nuevo uso del inmueble.
La nueva unidad tomará el carácter ordenado de la distribución en aulas pero con el objetivo de crear pequeños paraísos que participen de la sensación de pertenecer a un gran espacio. Se utiliza un núcleo formalmente muy definido para la ducha-lavamanos-inodoro que se acomoda en cada habitación para distribuirla a la vez que marca su situación respecto a las otras habitaciones. El cerramiento de éstas se levanta siguiendo la lógica del nuevo uso pero conservando, que no siguiendo, las trazas de la distribución originaria y su decoración de escayolas y pinturas. Tiras de cornisas y paredes colgantes atraviesan las nuevas divisiones entrando y saliendo de las habitaciones, evocando su origen en estancias espacialmente más generosas. El tercio superior de las habitaciones está acabado con espejos que al encararse replican en algarabía esas volutas, marcos, cornisas y antiguas paredes ahora retazos colgantes. El truco busca despertar la sensación de que se está en un espacio mayor, un reducto de intimidad en una supuesta gran estancia que ahora se ve reducida a superestructura de un pasado.
La neutralidad del núcleo semiprefabricado y el informalismo de paredes y cortinas dejan subsistir esos ecos un tanto históricos que trae la ornamentación y el espejismo de la habitación señorial, todo ello para conseguir una nueva experiencia. Un poco la tontería de sentirte como una princesa antigua, aunque ésta nunca acabe de reinar.

Lugar extraño

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LUGAR EXTRAÑO Estamos en Santa Margarida de Montbui, una población extrañamente orientada a norte, en un solar en fuerte pendiente que desciende hacia la población dejando atrás, en la cima y a sur, un bosque de pinos y un sotobosque abundante. A norte, abajo, tenemos el acceso desde una calle que, como la mayoría de las del pueblo, sube zigzagueando. Nos rebelamos contra la situación dando la espalda a la población para mirar a sur, hacia arriba i hacia el bosque, y al mismo tiempo evitamos darnos de bruces con la montaña acomodándonos a dentelladas y escalándola de manera que ahora cada planta tiene una salida al nivel del jardín. Un nivel, un jardín.

APROVECHAR UNA SITUACIÓN ADVERSA La estrategia es repensar la situación aprovechando las propias condiciones adversas para cambiarlas. En un solo movimiento se pretende dar respuesta tanto a la técnica constructiva como a la intención. Se intenta dar la vuelta a la situación consiguiendo que ni el proceso para hacerlo sea un mero camino hacia nuestros objetivos ni que la situación a cambiar sea solo un problema. El proceso ha de incluir las intenciones finales. Tenemos dos familias de situaciones adversas, unas son físicas y otras legales pero todas nos invitan a realizar UN GESTO. En el primer grupo tenemos un solar con una fuerte pendiente orientada a norte, que nos abocará a ESCALAR y a VIVIR DENTRO DE UN MURO. La segunda situación incómoda la define una normativa que ordena y manda que solo se construya planta baja más piso, lo que nos lleva a VIVIR BAJO CAPUCHILLAS.

UN GESTO Un poco a la manera del torero que se aparta lo imprescindible para no ser empitonado y mueve ese músculo justo en el lugar y momento adecuado para mantenerse a la menor distancia posible del máximo peligro, un movimiento que lo coloca de cara a sí mismo. Y de esta manera los muros de contención se contorsionan en un juego de cóncavos y convexos que aparta las tierras, las contiene y nos protege de las inclemencias del tiempo. Definida por dos muros que nacen de contención y se van paulatinamente liberando de esas responsabilidades hasta llegar a curvarse para formar las cubiertas, la vivienda se coloca ella solita, se hace un sitio y entonces gira, escala la pendiente y marca su propio perímetro.

ESCALAR Aprovechar la adversidad de una fuerte pendiente quiere decir poder dotar a todas las plantas, y son tres niveles, de su acceso directo al terreno. El muro de contención se hace múltiple y lanza pequeñas extremidades que, apartando la tierra ahora aquí, ahora allí, hace posible el acceso directo al terrreno desde todas las plantas.

VIVIR DENTRO DE UN MURO Los dos muros de contención definen los espacios a habitar. Los muros se curvan para que la concavidad acoja la vivienda y la convexidad sostenga las tierras. Los muros de contención se pliegan para formar la cubierta pero aunque se buscan el uno al otro no llegan a encontrarse y dejan una rendija por la que desde la sala de estar y la cocina se domina el jardín y el bosque y las vistas a sur. Es una fachada vidriada que corre longitudinalmente aprovechando el intento infructuoso de los dos muros por encontrarse. La planta de estar queda bajo la cubierta que define uno de los muros sobre la primera crujía y mira sobre la cubierta que el segundo muro define sobre la planta de las habitaciones. La casa se mira a sí misma.

ESTAR BAJO CAPUCHILLAS Las reglas del juego hablan de planta baja más piso, pero nosotros necesitamos subir para poder mirar a sur y acercarnos al bosque de pinos. Nos replanteamos los niveles y curioseando descubrimos el desván gatero, ahí bajo la cubierta. Así, el muro que define la fachada a norte se curva longitudinalmente y dobla verticalmente para hacer las veces de techo de lo que será la estancia principal de la casa, inmediatamente bajo la cubierta y orientada a sur, mirando hacia el pinar. Desde aquí oteamos la segunda capuchilla cubriendo la crujía del estudio y de la habitación principal. Las dos capuchillas se doblan a diferentes niveles dejando ese resquicio longitudinal por el que la casa mirará.