De cómo hacer maquetas supuestamente sin rigor o del batiburrillo

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Primero se plantean una serie de premisas de las cuales partir y que supuestamente deben regir la investigación.
La premisas, independientemente de lo que realmente se quisiera proponer desde la parte dirigente, son interpretadas por el ejecutante, un servidor, de la siguiente manera:
Se tiene una masa o un algo que envuelve el busilis o un centro en cuestión. El objetivo es acceder a lo envuelto, cómo hacerle llegar luz, cómo multiplicarla y cómo dividirla. El siguiente nivel será cómo parar esa luz, como distribuirla.
La misma estrategia podría ser aplicada tanto a la luz como al olor, sonido y humedad.
De inmediato aparecen imágenes, mucho antes de empezar a modelar. La primera acusación de poco rigor, pues se cree desde la parte dirigente que el ejecutor va a ir a buscar esos objetivos independientemente del proceso. Pero la curiosidad no está sujeta al control racional y será por esos andares que dicen que mató al gato. Miau.
Se piensan 4 líneas de actuación.
La masa y sus grietas. El escarbar, el esculpir y el tener una visión de supermán que permite ver a través incluso de la kryptonita. Segunda recriminación por el cúmulo aparentemente sin sentido de acciones y adjetivos que denotan una actitud escapista y de falta de compromiso. Material: cera
La boca hipóstila o la sala desdentada, que en catalán suena mejor como sala ‘desdentegada’, y que más que una línea de actuación es un dibujo donde la masa se da por acumulación de elementos que se hacen evidentes por la ausencia de algunos o muchos de ellos ahí donde se esperaría encontrarlos. Material: cartoncillo
El eclipse del colador, que nace del pensar que la luna está atravesada por tubos, agujeros o semejantes que provocan que el intento del satélite de parar los rayos del Sol en su camino hacia la tierra sea un fracaso que se torna en el éxito de fiebre del sábado noche. Material: alginat
El motor del cherokee o de cómo tal acumulación de elementos dispares forman a la vez contenido y continente. O sea, que según lo metido que estés no sabes si el amasijo está escondido o el amasijo esconde. Siempre le ha sorprendido al ejecutante el hecho que a pesar de ser una población de elementos exentos los unos de los otros no pasa ni una onda corpúsculo de luz. El motor del Seat Marbella no vale. Material: Internet

1. la masa y sus grietas
La primera acción consiste, el jueves a las 15:00, en bajar a un comercio regentado por orientales y buscar cera, unas velas. Se escogen dos tipos, uno llama la atención por el color y el tamaño. El otro no llama la atención, simplemente se adquiere por ser blanco y a ver qué pasa. El dependiente dice de este segundo que es muy bonito y muy barato, señalando con el dedo una aparentemente inútil base metálica a modo de pie de la vela.
Uno. La grande es circular, verde, en algunos puntos parece translúcida pero no se puede demostrar, quizá es solo imaginación. Y huele. Tiene tres hilos,  es decir puede acoger tres llamas a la vez. El ejecutante la mira y la huele. Coge unas pinzas y extrae limpiamente dos de los hilillos, se consigue un túnel que atraviesa totalmente la vela. El tercero no sale, entonces se le prende fuego y la cera se derrite. Con paciencia quizá también atravesaría la vela.
Conclusión: Acerca de la luz: la masa puede no ser opaca y si se apura al ejecutante se podría decir que ella misma puede dar luz (la vela). Acerca del olor: el mismo material desprende olor que no ha sido añadido a él sino que forma parte de sus características y puede ser excitado, es decir en alguna medida dosificado. Acerca del acceso: la vela es perforada por sustracción, eliminando alguno de sus componentes (los hilos).
Dos. Las velas pequeñas. Se liberan de su envoltorio, papel de celofán, lazito azul, banda blanquiceleste. Se observan detenidamente los anteriores elementos y como al ejecutante no se le ocurre nada se envían a la papelera. Se procede con pinzas a repetir la acción extractiva, en un caso con éxito, se fracasa en el otro. Esta vez no conseguimos el túnel total. El ejecutante se hace de un cutter e intenta seccionar una de las velas, sorpresa: una pared externa y un interior, una de cera que da la forma y cubre el exterior, y otra de un material bastardo que funciona de relleno. Nos hacemos de un soldador de estaño y se procede a fundir el relleno para después volver a recomponer la piel. Antes lleno, ahora vacío.
La cera que se funde se solidifica rápidamente. Se hace un recipiente donde se va dejando caer. Se practican algunas perforaciones en el recipiente para conseguir que sea estable sobre la mesa pero, o sorpresa, la cera se escapa parcialmente hasta que ella misma cierra los orificios. Una manera de morir de éxito.
Una vez tenemos la masa ahuecada miramos a contraluz y vemos poco. Vamos a perforar. Buscamos un adminículo que nos permita realizar perforaciones de pequeño diámetro y encontramos una varilla de latón. La calentamos y nos enfrascamos un rato en horadar una de las paredes de la vela. Construimos una plantilla para quitarle arbitrariedad al proceso, pero de hecho la plantilla esta hecha con la ligera intención de crear dos zonas abundantemente perforaras y el resto menos y un tanto ad libitum. La otra cara la perforamos directamente con la cabeza candente del soldador.
Conclusión: Las perforaciones descubren el grosor de las cosas y también nos hacen pensar en el detrás y en la existencia de lugares al otro lado. Dando ligeros golpes también se descubre que puede haber algo al otro lado, en vez de sonar a hueco alguna vez podría desatarse un aria.

2. la boca hipóstila o la sala desdentada
Uno. Se procede a densificar por adición. Se pretende que sea en cierta forma tridimensional, por arriba, por abajo, a derecha y a izquierda. Se establecen planos horizontales de cartoncillo que se unen entre ellos mediante tres piezas de 2 anchuras distintas. Cada plano tendrá como mínimo dos tríos de piezas de distinta longitud que lo unirán con dos planos a distinta distancia. Tres planos son perforados con orificios circulares. Los grupos de piezas verticales definen distintas áreas a la manera de jaulas donde se colocan pequeños trozos de ‘papel de aluminio’. Se sopla y el papel se menea y suena.
Conclusión: la adición de elementos y los orificios definen zonas pero sin delimitarlas, además las aberturas que se abren sobre el mismo espacio ayudan a enredar la percepción. Se gana en juego. Los planos acompañan a la luz, especialmente cuando están asociados a una perforación, las perforaciones a distintos niveles pueden no estar encaradas, la luz llega de forma más indirecta y se hace más compleja la percepción del espacio.
Dos. Entre la masa, la densificación por adición y previendo la luna es un colador se perforan diversas láminas. Se definen ciertas áreas a perforar con profusión pero sin buscar la coincidencia perfecta de orificios entre las distintas láminas. Dos láminas son forradas por una de las caras con papel de aluminio liso, una tercera lo es con papel de aluminio previamente arrugado. Se construye una base con ranuras a distintas distancias unas paralelas, otras no, para poder colocar las láminas y ver el efecto de los orificios-celosía no encarados.
Conclusión: la adición densifica pero la multiperforación da aire, no es una densidad que ahogue. La calidad de la celosía no tiene por que ser constante, puede ser alterada. Los muros pueden estar vivos, la luz, la percepción pueden ser alteradas a voluntad o aleatoriamente o controlado por un orden complejo (el día, por ejemplo).

3. el eclipse del colador
La luna es un colador. En 1, teníamos una masa en la que practicábamos diversas operaciones, ahora vamos a ir a la inversa (el ejecutante diría ‘un poco a la inversa’, a sabiendas que la parte dirigente considera la expresión como una muestra de inseguridad) y se van a pensar las incisiones o las perforaciones antes. Se usa un material líquido de fraguado rápido y user friendly, el alginat, y materiales translúcidos también comestibles: chucherías, gominolas. También de esta manera se genera un poco de expectación. Se hacen varias pruebas. A. Se colocan gominolas de distintos colores en contacto con el encofrado (un vaso de plástico), se controla su posición con agujas. Algunas gominolas se colocan para quedar a distintas distancias del perímetro. B. Se hacen ‘puentes’ ensartando gominolas de lado a lado, se controla la posición con agujas. Se cuida que las gominolas de la brocheta tengan distintos colores. El ejecutante se pincha varias veces. C. Se colocan varios tubos, controlando su posición con agujas, que atravesarán la masa.  D. Se vuelven a colocar diversos tubos, algunos macizos. En la parte interna se ubican gominolas, unas en contacto simple con los tubos, otras atravesados por ellos.
Se puede observar cómo la luz atraviesa siguiendo el camino colorido de las gominolas. Al mirar por algunos tubos se percibe color al fondo. Parece empezar un proceso de disolución de las gominolas, quizá al reaccionar con el alginat.
Conclusión: la intuición de elementos ‘emparedados’ da sensación de grosor en la materia. La luz puede ser distribuida, pero a la vez se le puede dar un cierto equipaje para que nos lo lleve dentro. Se puede pensar también en el encofrado desaparecido en vez del encofrado perdido, una técnica un tanto de constructor de pirámides o el usar como peso muerto el hielo en el desierto del Sahara.

4. el motor del cherokee
Buscamos en Internet motores, eléctricos y de explosión, también abrimos el capo de un Cherokee Unlimited y el de un Grand Cherokee. Esta vez solo miramos. Los distintos elementos, tubos, cajas metálicas, barras, etc., entran y salen, se zambullen en el amasijo de metales y plásticos para salir unos centímetros más allá, o no. Sus límites redondeados impiden que sea percibido como una masa sólida, todos parecen elementos milimétricamente exentos los unos de los otros.
En el camino de investigación nos topamos con un cerebro, con todas sus protuberancias, su sesismo, sus sombras y sus zonas de actividad. Distintas según la persona, distintas según el sol que más calienta.
Conclusión: A veces es difícil distinguir entre contenido y continente, entre lo escondido y lo que esconde. Aquí hay un trabajo de equipo.
La rugosidad da una gran sensación de pesadez, de gravedad, especialmente si predominan las formas curvas.

A modo de corolario
Batiburrillo: baturrillo: (de Batir, mezclar, revolver) ‘mezcla de cosas, especialmente guisados, que no dicen bien unas con otras’.// 2.coloq. ‘en la conversación y en los escritos, mezcla de cosas inconexas y que no vienen a propósito.’
Pero eso según el DRAE, claro.