La carrera espacial aterriza en Viladecans


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El País
GALACTIC SUITE

(Spain)

LA CARRERA ESPACIAL ATERRIZA EN VILADECANS

La exposición ‘Vivir en el espacio’ recoge objetos y curiosidades de la aeronáutica
 
[…] La primera fase de la visita ilustra proyectos de empresas e instituciones catalanas relacionadas con la aeronáutica. Entre ellas destaca el proyecto Galactic Suite, un hotel espacial para dos personas que operará a partir de 2012. Por el módico precio de tres millones de euros, el visitante -hay 38 reservas- gozará de inmejorables vistas de la Tierra durante cuatro días, con relajante sesión de SPA incluida. La experiencia incluye el entrenamiento previo durante 16 semanas. […]

¿Cómo es la ropa interior de un astronauta?, ¿cómo hacen sus necesidades los cosmonautas en pleno paseo espacial?, ¿se puede emborrachar un tripulante de la Estación Espacial Internacional? Estas preguntas ya tienen respuesta para el público catalán profano en aeronáutica. El viernes se inauguró en el recinto ferial de Viladecans (Baix Llobregat) la exposición Vivir en el espacio: Desafío del siglo XXI, un repaso a la historia de la carrera espacial que permanecerá en la ciudad hasta el 3 de mayo. “Es una exposición dirigida a despertar la curiosidad hacia la investigación. La industria aeroespacial nos entrega el beneficio que el espacio tiene para la sociedad”, resume Fernando González, director del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial.
Tras inaugurarse en Madrid en 2007 con motivo del 50º aniversario de la puesta en órbita del satélite soviético Sputnik, el primero que se lanzó al espacio, la muestra recala por primera vez en Cataluña, en la localidad que albergará en 2012 el parque aeroespacial catalán.

Una réplica a escala real del primer Sputnik preside la exposición. La primera fase de la visita ilustra proyectos de empresas e instituciones catalanas relacionadas con la aeronáutica. Entre ellas destaca el proyecto Galactic Suite, un hotel espacial para dos personas que operará a partir de 2012. Por el módico precio de tres millones de euros, el visitante -hay 38 reservas- gozará de inmejorables vistas de la Tierra durante cuatro días, con relajante sesión de SPA incluida. La experiencia incluye el entrenamiento previo durante 16 semanas.

La exposición mira al futuro, pero se acuerda del pasado. El visitante gozará de un ilustrado resumen sobre la carrera espacial, desde que en el año 800 China descubrió los cohetes hasta las hazañas que vendrán: un avión supersónico capaz de viajar de Madrid a Tokio en 45 minutos, situado en 2030, y el primer viaje tripulado a Marte, fechado para 2050.

Los objetos más vistosos ocupan el espacio central: maquetas de cohetes, trajes espaciales -hay una réplica del que Neil Armstrong usó cuando pisó la Luna en 1969, el traje que vistió Pedro Duque cuando visitó la Estación Espacial Internacional, la ropa interior llena de tubos que usan los cosmonautas- y los utensilios para sobrevivir en órbita. Comida espacial -poco apetitosa a la vista-, Coca-Cola para los cosmonautas norte-americanos, vodka para los rusos, y la prenda más íntima de los astronautas: una sonda por la que hacen sus necesidades en plena misión.