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Construber #8-2007
BMW MOTOR MUNICH
(Spain)
BMW MOTOR MUNICH
El concesionario BMW de la ciudad de Sabadell, centro industrial textil próximo a Barcelona, se ubica en el polígono industrial en la entrada sur de la ciudad, a la vista de los conductores que circulan por la autovía Barcelona-Terrassa.
Para su construcción se cuenta inicialmente con una parcela medio construida y parcialmente ocupada por tres naves de estructura metálica, una de ellas de crujía de anchura mayor. Todo lo cual se ha de convertir en un concesionario de vehículos de gama alta.
Las edificaciones originales se amplían en dos direcciones: continuación longitudinal de las tres naves existentes y construcción de media nave a uno de los lados, hasta llegar al límite de la calle. En la primera zona se mantiene la tipología de cubierta a dos aguas, con el añadido de una serie de perversiones para permitir la entrada de luz natural. Las cerchas metálicas que amplían las naves son soportadas por dos pórticos de hormigón en su parte central y por pilares metálicos en sus extremos. En la segunda zona, una estructura metálica soporta una cubierta que asciende al acercarse a la calle y termina rematando la fachada con una línea curva. En el espacio de exposición de los vehículos, varias jácenas metálicas salvan toda la luz que va desde una línea de pilares de acero hasta la estructura continua y autoportante de la fachada.
Dentro de las naves originales se construye un nuevo nivel con un forjado y pilares de hormigón, paralelos a la estructura metálica existente. En el segundo nivel se sitúa un parking para el personal y las oficinas de dirección y administración. En el nivel de entrada se organizan los talleres, almacenes, servicios postventa, venta y exposición.
Los 120 m de fachada constituyen el elemento distintivo del proyecto al conformarse de manera que el edificio se convierte en un anuncio de sí mismo. Una estructura metálica recibe dos envolventes: la que aporta la estanquidad y el acabado interior construyéndose mediante placas de fibrocemento; y otra, más externa y no estanca, fabricándose con planchas mecanizadas de acero inoxidable colocadas longitudinalmente paralelas a calles sobre celosías curvas. Esta cortina de ondas se encoge en ciertos puntos para marcar los accesos y dejar a la vista las zonas de exhibición de los coches. La relación de escala entre las partes abiertas, vidriadas, y la cortina de ondas, insinúa dos distancias para mirar el edificio: una desde la autopista y carretera, en movimiento, y otra a pocos metros del edificio, estática, a pié de calle. 0 te encuentras lejos leyendo una pancarta publicitaria, o estás delante de los coches expuestos, a punto para entrar. La pista para interpretar la forma la dan las biondas de protección de la autopista, desde donde se tiene una vista privilegiada del edificio.