Las joyas de Sé Duch y Xavier Claramunt

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On Diseño #171
JOIES DUCHCLARAMUNT
(Spain)

LAS JOYAS DE SÉ DUCH Y XAVIER CLARAMUNT

En el mundo de la joyería contemporánea, puede constatarse la coexistencia simultánea de planteamientos proyectuales muy diversos, desde alternativas de carácter radical hasta opciones más afines a la joyería tradicional Las joyas proyectadas por los arquitectos Se Duch y Xavier Claramunt configuran, ensimismas, un amplio e ilustrativo recorrido sobre distintos modos de entender la joya actual.
En el panorama cultural contemporáneo, cada día resulta más difícil el establecimiento de fronteras claras y precisas entre las diversas actividades disciplinares que se mueven en el entorno del proyecto. Sólo razones de orden metodológico, o de mayor facilidad en la comprensión del fenómeno, permiten acotar campos concretos y específicos de la arquitectura, el interiorismo o el diseño urbano. De igual forma, es creciente la dificultad en la delimitación de los campos de actividad característicos del diseño objetual y de la creación artística, que en sus orígenes sí se veían diferenciados con claridad; con mayor razón, estas dificultades se hacen más evidentes si se pretende establecer fronteras entre aquel mismo diseño de objetos y las tradicionalmente denominadas artes decorativas, o en referencia a campos proyectuales de marcado carácter fronterizo como es la joyería.
Mientras la joyería era simplemente entendida como la manipulación con finalidades artísticas de determinados materiales, convencionalmente considerados como nobles, poco o ningún interés podía ofrecer al pensamiento proyectual. Sin embargo, desde el momento en el que la joya pretende responderá motivaciones de otro carácter -distintas de las estrictas de orden económico o material- es cuando cabe el análisis y la reflexión metodológica sobre esta actividad. El primer problema con que debe enfrentarse este proceso analítico es con el de la propia definición de la actividad. Probablemente, una de las definiciones más comprensivas que cabe establecer es la de joya como adminículo escasamente funcional que luce un individuo sobre su propio cuerpo, por razones de ornamentó, significación o identificación personal; Grego G. Tevar utiliza, en esta misma línea de pensamiento, términos definitorios como “la joya es un signo más en el cuerpo que muestra cómo somos y nos diferencia del resto” o “elemento de identidad, que diferencia las etnias y en ellas al individuo”. Aún a pesar de su manifiesta generalidad, esta definición muestra sus obvias limitaciones dado que realizaciones de interés como las de Francesc Ballart difícilmente encajan en la misma, dado que en sus obras no es necesario el contacto físico entre usuario y joya sino tan sólo cierta afinidad entre uno y otra; se trata pues, en este caso, de una aproximación de orden emotivo más que de una mera proximidad física. Sí cabe afirmar que uno de los rasgos definitorios de la joya es esta proximidad al usuario -física o emotiva- el proyecto puede optar por la propuesta de relaciones innovadoras en esta necesaria relación entre joya e individuo,
cuestionando los modos convencionales de este diálogo y las propias tipologías objetuales quede él pueden concluirse, en la línea de experimentación defendida por Grego G. Tevar. Desde una óptica distinta a la expuesta, el diseño de joyería puede aceptar de antemano las categorías tipológicas consagradas por el uso y la tradición, centrando su investigación en la manipulación material del objeto, ya sea a través de la incorporación de nuevos materiales o de nuevas tecnologías de manipulación, sobre su propia configuración geométrica o bien sobre sus características superficiales, de color y textura. En este último supuesto puede situarse, por ejemplo, el diseño de joyería de lmma Jansana. El análisis del diseño de joyería de Duch Claramunt (chCI), grupo promovido inicialmente por los arquitectos Se Duch y Xavier Claramunt, comporta, por su parte, una extensa revisión de los diferentes planteamientos que
puede asumir la joyería contemporánea, desde los más simples y aparentemente esquemáticos hasta aquéllos que-en su propia esencialidad formal y material- exigen la participación interactiva del usuario. Una de las formas más elementales de la joya es la propuesta por Duch Claramunt en la pieza denominada Flors, constituida por una serie de rosas simplemente anudadas en una rústica cuerda de esparto, intentando fijar un etéreo recuerdo a través de la valoración de la flor como verdadera piedra preciosa. Como única concesión a la tradición histórica, el cierre del collar es una pieza de plata. Planteada desde presupuestos proyectuales similares, Encenalls es una pieza constituida por simples virutas de madera de pino blanco encoladas entre sí, creando un objeto efímero de gran volumetría y espectacular imagen; el diseño se apropia aquí de una tipología tradicional pero vulnera cualquier posible convencionalidad en su materialización, recurriendo a recursos propios de una actividad ajena como es la ebanistería; podría afirmarse que la voluntad proyectual radica en la utilización tendenciosa de un producto marginal, proponiendo un uso contrapuesto a su propia condición de residuo. En el caso de Ostres, la propuesta surge del simple encadenado de una serie de conchas de ostra por medio de unos cierres puntuales de plata; el diseño no pretende predeterminar ni la forma ni la longitud de la pieza, puesto que ésta es entendida como propuesta abierta y modificable. Las tres piezas citadas anteriormente -Flors, Encenalls y Ostres- pueden ser entendidas como resultado de una mínima manipulación de elementos naturales o industriales, absolutamente alejados del repertorio significativo de la joyería, de modo que el verdadero gesto proyectual radica en su incorporación a la apariencia exterior del individuo, más que en la
propia esencia física del objeto. Saquet y Pinga, por el contrario, deben ser entendidos como estructuras de soporte, perfectamente individualizadas en sí mismas, a las que el usuario recurre para incorporar sobre su indumentaria los elementos que considere oportunos. Saquet es una bolsa de red de hilo de plata, provista de una mínima estructura rígida para soportar la forma del objeto, que el usuario anuda al cuello para lucir perlas, piedrecillas, pétalos de flor o cualquier otro elemento de reducidas dimensiones que le pueda sugerir su estado de ánimo, la estación del año o la coyuntura social a la que debe asistir; la relativa transparencia de la malla metálica permite contemplar su contenido, aunque matizado por la textura visual del tejido de plata. Aquí, el diseño de la estructura de soporte mantiene cierta entidad propia que coexiste con el contenido, siempre variable y modificable en su forma y color.
Redundant es una pieza de marcado carácter experimental que surge de la observación del clip de papelería; su desarrollo posterior dio paso a la colección Pinça, que integra pendientes, agujas y collares. Aunque las piezas pueden ser utilizadas directamente como tales, la finalidad básica de esta colección es facilitar al usuario la incorporación a su indumentaria de pequeños objetos (hojas, pétalos de flor, papeles de colores) modificando la apariencia y significación originales de la pieza y adaptándolas a cada situación concreta, como en el caso de Saquet. Dentro de una serie que podría denominarse de experimentación sobre series geométricas móviles o transformables, cabe citar tres propuestas de Duch Claramunt. M3 es la única pieza de esta selección que incorpora diamantes; la diferencia de medidas entre la diagonal y las caras permiten valorar la geometría cuadrada de la talla Princesa de los brillantes, que balancean así pinzados por sus extremos. El collar nace de este movimiento: arandelas planas desencajadas que forman un cordón, dejando el espacio para que puedan colocarse mallas, que se autoequilibran con el movimiento de la persona, maximizando su brillo característico.
Llambí es un collar formado por la repetición una única pieza de oro en forma de lenteja y una rugosa, obtenida por medio de un tratamiento al ácido. Las piezas están unidas entre sí por medio de dos cables de acero revestido por pequeños canutillos de plata; el cierre hace la posibilidad de tensar o destensar estos cables, modificando de este modo la orientación relativa de las piezas: tensada, la pieza se presenta ligera, abierta, transparente y, al no tiempo, agresiva; destensada, se obtiene una pieza cerrada, pesada, continua. Por su parte, Peça de Ganxet (pieza de ganchillo) es una propuesta de experimentación que surge de la manipulación de una anilla de oro, imponiéndole sucesivos doblados que se cierran sobre sí mismos; en su unión, los sucesivos elementos asumen la temporalidad del momento, desde los clásicos órdenes entrelazados hasta configuraciones totalmente caóticas.
El recorrido trazado hasta aquí puede resumirse brevemente: Flors, Encenalls y Ostres representa la incorporación de determinados objetos sobre el cuerpo del individuo, por medio de una estructura de soporte mínima o incluso en ausencia de ella, en Saquet y Pinça el soporte adquiere cierta autonomía y el usuario puede modificar a su libre albedrío el continente soportado por la joya. Finalmente, M3, Llambí y Peça de Ganxet son propuestas de investigación sobre series geométricas móviles o transformables. Esta misma capacidad de transformación se reproduce en la pieza Teló, a partir de la transgresión que supone convertir la joya en tela. Teló es una tela convertida en malla, que permite descubrir la calidad del tejido en joyería; el valor de lo Iiso y de la arruga, de la morbidez o de lo rígido, del corte y de lo continuo, de la densidad y la transparencia. En Teló se propone una pieza rectangular de malla en plata y oro, para ser utilizada normalmente en torno al cuello. Lisa potencia, resigue y valora las curvas propias de la zona; unos cortes facilitan su adaptación y valoran el recorte sobre la piel. También puede ser arrugada por medio de unas pinzas-clip, nada, poco o mucho. Es ahora cuando aparece la calidad de la arruga metálica; la sencillez y la sofisticación, el orden y el desorden, la elegancia y el pasotismo, se enfatizan con el brillo, la caída y la transparencia propias de la malla de metal.

En el mundo de la joyería contemporánea, puede constatarse la coexistencia simultánea de planteamientos proyectuales muy diversos, desde alternativas de carácter radical hasta opciones más afines a la joyería tradicional Las joyas proyectadas por los arquitectos Se Duch y Xavier Claramunt configuran, ensimismas, un amplio e ilustrativo recorrido sobre distintos modos de entender la joya actual
En el panorama cultural contemporáneo, cada día resulta más difícil el establecimiento de fronteras claras y precisas entre las diversas actividades disciplinares que se mueven en el entorno del proyecto. Sólo razones de orden metodológico, o de mayor facilidad en la comprensión del fenómeno, permiten acotar campos concretos y específicos de la arquitectura, el interiorismo o el diseño urbano. De igual forma, es creciente la dificultad en la delimitación de los campos de actividad característicos del diseño objetual y de la creación artística, que en sus orígenes sí se veían diferenciados con claridad; con mayor razón, estas dificultades se hacen más evidentes si se pretende establecer fronteras entre aquel mismo diseño de objetos y las tradicionalmente denominadas artes decorativas, o en referencia a campos proyectuales de marcado carácter fronterizo como es la joyería.
Mientras la joyería era simplemente entendida como la manipulación con finalidades artísticas de determinados materiales, convencionalmente considerados como nobles, poco o ningún interés podía ofrecer al pensamiento proyectual. Sin embargo, desde el momento en el que la joya pretende responderá motivaciones de otro carácter -distintas de las estrictas de orden económico o material- es cuando cabe el análisis y la reflexión metodológica sobre esta actividad. El primer problema con que debe enfrentarse este proceso analítico es con el de la propia definición de la actividad. Probablemente, una de las definiciones más comprensivas que cabe establecer es la de joya como adminículo escasamente funcional que luce un individuo sobre su propio cuerpo, por razones de ornamentó, significación o identificación personal; Grego G. Tevar utiliza, en esta misma línea de pensamiento, términos definitorios como “la joya es un signo más en el cuerpo que muestra cómo somos y nos diferencia del resto” o “elemento de identidad, que diferencia las etnias y en ellas al individuo”. Aún a pesar de su manifiesta generalidad, esta definición muestra sus obvias limitaciones dado que realizaciones de interés como las de Francesc Ballart difícilmente encajan en la misma, dado que en sus obras no es necesario el contacto físico entre usuario y joya sino tan sólo cierta afinidad entre uno y otra; se trata pues, en este caso, de una aproximación de orden emotivo más que de una mera proximidad física. Sí cabe afirmar que uno de los rasgos definitorios de la joya es esta proximidad al usuario -física o emotiva- el proyecto puede optar por la propuesta de relaciones innovadoras en esta necesaria relación entre joya e individuo,
cuestionando los modos convencionales de este diálogo y las propias tipologías objetuales quede él pueden concluirse, en la línea de experimentación defendida por Grego G. Tevar. Desde una óptica distinta a la expuesta, el diseño de joyería puede aceptar de antemano las categorías tipológicas consagradas por el uso y la tradición, centrando su investigación en la manipulación material del objeto, ya sea a través de la incorporación de nuevos materiales o de nuevas tecnologías de manipulación, sobre su propia configuración geométrica o bien sobre sus características superficiales, de color y textura. En este último supuesto puede situarse, por ejemplo, el diseño de joyería de lmma Jansana. El análisis del diseño de joyería de Duch Claramunt (chCI), grupo promovido inicialmente por los arquitectos Se Duch y Xavier Claramunt, comporta, por su parte, una extensa revisión de los diferentes planteamientos que
puede asumir la joyería contemporánea, desde los más simples y aparentemente esquemáticos hasta aquéllos que-en su propia esencialidad formal y material- exigen la participación interactiva del usuario. Una de las formas más elementales de la joya es la propuesta por Duch Claramunt en la pieza denominada Flors, constituida por una serie de rosas simplemente anudadas en una rústica cuerda de esparto, intentando fijar un etéreo recuerdo a través de la valoración de la flor como verdadera piedra preciosa. Como única concesión a la tradición histórica, el cierre del collar es una pieza de plata. Planteada desde presupuestos proyectuales similares, Encenalls es una pieza constituida por simples virutas de madera de pino blanco encoladas entre sí, creando un objeto efímero de gran volumetría y espectacular imagen; el diseño se apropia aquí de una tipología tradicional pero vulnera cualquier posible convencionalidad en su materialización, recurriendo a recursos propios de una actividad ajena como es la ebanistería; podría afirmarse que la voluntad proyectual radica en la utilización tendenciosa de un producto marginal, proponiendo un uso contrapuesto a su propia condición de residuo. En el caso de Ostres, la propuesta surge del simple encadenado de una serie de conchas de ostra por medio de unos cierres puntuales de plata; el diseño no pretende predeterminar ni la forma ni la longitud de la pieza, puesto que ésta es entendida como propuesta abierta y modificable. Las tres piezas citadas anteriormente -Flors, Encenalls y Ostres- pueden ser entendidas como resultado de una mínima manipulación de elementos naturales o industriales, absolutamente alejados del repertorio significativo de la joyería, de modo que el verdadero gesto proyectual radica en su incorporación a la apariencia exterior del individuo, más que en la
propia esencia física del objeto. Saquet y Pinga, por el contrario, deben ser entendidos como estructuras de soporte, perfectamente individualizadas en sí mismas, a las que el usuario recurre para incorporar sobre su indumentaria los elementos que considere oportunos. Saquet es una bolsa de red de hilo de plata, provista de una mínima estructura rígida para soportar la forma del objeto, que el usuario anuda al cuello para lucir perlas, piedrecillas, pétalos de flor o cualquier otro elemento de reducidas dimensiones que le pueda sugerir su estado de ánimo, la estación del año o la coyuntura social a la que debe asistir; la relativa transparencia de la malla metálica permite contemplar su contenido, aunque matizado por la textura visual del tejido de plata. Aquí, el diseño de la estructura de soporte mantiene cierta entidad propia que coexiste con el contenido, siempre variable y modificable en su forma y color.
Redundant es una pieza de marcado carácter experimental que surge de la observación del clip de papelería; su desarrollo posterior dio paso a la colección Pinça, que integra pendientes, agujas y collares. Aunque las piezas pueden ser utilizadas directamente como tales, la finalidad básica de esta colección es facilitar al usuario la incorporación a su indumentaria de pequeños objetos (hojas, pétalos de flor, papeles de colores) modificando la apariencia y significación originales de la pieza y adaptándolas a cada situación concreta, como en el caso de Saquet. Dentro de una serie que podría denominarse de experimentación sobre series geométricas móviles o transformables, cabe citar tres propuestas de Duch Claramunt. M3 es la única pieza de esta selección que incorpora diamantes; la diferencia de medidas entre la diagonal y las caras permiten valorar la geometría cuadrada de la talla Princesa de los brillantes, que balancean así pinzados por sus extremos. El collar nace de este movimiento: arandelas planas desencajadas que forman un cordón, dejando el espacio para que puedan colocarse mallas, que se autoequilibran con el movimiento de la persona, maximizando su brillo característico.
Llambí es un collar formado por la repetición una única pieza de oro en forma de lenteja y una rugosa, obtenida por medio de un tratamiento al ácido. Las piezas están unidas entre sí por medio de dos cables de acero revestido por pequeños canutillos de plata; el cierre hace la posibilidad de tensar o destensar estos cables, modificando de este modo la orientación relativa de las piezas: tensada, la pieza se presenta ligera, abierta, transparente y, al no tiempo, agresiva; destensada, se obtiene una pieza cerrada, pesada, continua. Por su parte, Peça de Ganxet (pieza de ganchillo) es una propuesta de experimentación que surge de la manipulación de una anilla de oro, imponiéndole sucesivos doblados que se cierran sobre sí mismos; en su unión, los sucesivos elementos asumen la temporalidad del momento, desde los clásicos órdenes entrelazados hasta configuraciones totalmente caóticas.
El recorrido trazado hasta aquí puede resumirse brevemente: Flors, Encenalls y Ostres representa la incorporación de determinados objetos sobre el cuerpo del individuo, por medio de una estructura de soporte mínima o incluso en ausencia de ella, en Saquet y Pinça el soporte adquiere cierta autonomía y el usuario puede modificar a su libre albedrío el continente soportado por la joya. Finalmente, M3, Llambí y Peça de Ganxet son propuestas de investigación sobre series geométricas móviles o transformables. Esta misma capacidad de transformación se reproduce en la pieza Teló, a partir de la transgresión que supone convertir la joya en tela. Teló es una tela convertida en malla, que permite descubrir la calidad del tejido en joyería; el valor de lo Iiso y de la arruga, de la morbidez o de lo rígido, del corte y de lo continuo, de la densidad y la transparencia. En Teló se propone una pieza rectangular de malla en plata y oro, para ser utilizada normalmente en torno al cuello. Lisa potencia, resigue y valora las curvas propias de la zona; unos cortes facilitan su adaptación y valoran el recorte sobre la piel. También puede ser arrugada por medio de unas pinzas-clip, nada, poco o mucho. Es ahora cuando aparece la calidad de la arruga metálica; la sencillez y la sofisticación, el orden y el desorden, la elegancia y el pasotismo, se enfatizan con el brillo, la caída y la transparencia propias de la malla de metal.