‘Acostumbro a ir revolucionado’


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Diari de Tarragona
CHIC&BASIC BORN
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GALACTIC SUITE

(Spain)

‘ACOSTUMBRO A IR REVOLUCIONADO’

Usted va siempre con un Pilot V-Sign rojo encima. ¿Por qué?
Soy persona de rutinas rotundas. Son fundamentales para anclar mi actitud revoltosa en algún punto, el que sea. Imagino que el color, rojo, tiene que ver con el hecho de que tiendo a fracasar en el arte de pasar desapercibido, y puestos a dar la nota que esta sea bien visible.

¿Se considera un ‘revolucionario’ de la arquitectura?
No. Lo que sí sucede es que acostumbro a ir bastante revolucionado. Si alguien se acerca mucho acaba revolucionándose y entonces solo dependerá de uno mismo el ir a revolucionar lo que sea. Lo que sí es cierto es que si alguien tiene alguna propuesta que necesite de energía me podrá encontrar. Puestos a ayudar, pues Spin with me.

Usted es de los que opina que hay que reinventarse constantemente. ¿Para innovar hay que dejar a un lado lo convencional y ser atrevido?
¡Premio! Hay que ser atrevido, sin duda, pero sobretodo no hay que tener complejos. Uno tiene que hacer lo que considera que es correcto, sorprendentemente la mayoría de las veces no es lo convencional y además molesta. A las personas nos cuesta acostumbrarnos a la nuevo, aunque sea mejor. Paciencia y a insistir.

Otro aspecto que destaca de sus trabajos es la búsqueda constante de experiencias. ¿Cómo consigue que un edificio transmita experiencias a sus clientes o a sus usuarios?
¡Poniendo trampas! Ofrece oportunidades al cliente, al usuario, para actuar, y seguro que no te defrauda. Pero hay que facilitar el camino, uno tiene que darle las herramientas. Por ejemplo, en el hotel Chic&Basic del Born, en Barcelona, se ofrece a los clientes un par de mandos para contralar la intensidad y el color de la luz. Ellos ya sabrán decidir si se ponen de acuerdo, juegan o discuten. Final feliz seguro.

Entre sus clientes se encuentra Ferran Adrià, ¿Qué aporta un arquitecto a la alta gastronomía?
Si se considera al arquitecto como el que construye edificios… ¡pues entonces no se entiende nada! Pero si se considera al arquitecto como la persona curiosa que se pregunta constantemente el porqué de las actitudes de las personas, del uso de las cosas, de las cualidades de los materiales, en definitiva un pesadísimo preguntón que solo parece invocar a las dudas, entonces ya se puede entender algo más. Lo que se aporta es pensar en la periferia del comer como fisiología para añadir al acto de la comida experiencias ya sea vía el tacto, nuevas texturas para unos cubiertos, o vía el olfato, una pequeña incisión para añadir una planta aromática a la cuchara con la que pretendes tomar una sopa…

Usted lidera el proyecto del primer hotel espacial. ¿Cómo se pone en órbita un hotel a 450 kilómetros de la Tierra?
¡Sin complejos! Obviamente yo no tengo más que una ligera idea de descripciones de trayectorias, de complejísimos cálculos o de enrevesadísimas vicisitudes legales… ¿de quién es el espacio? Lo que nosotros hemos hecho ha sido montar un complejo puzzle de piezas que existían y que nos han permitido encarrilar un proyecto que en un inicio parecía una idea de ilusos sino ya de locos de remate. Pero ¡sorpresa! Ha sido la inocencia y el total desconocimiento de los problemas que tiene un proyecto de estas características lo que nos ha dado la fuerza y la visión fresca y desacomplejada que hemos introducido en las dinámicas de nuestros colaboradores tecnológicos. Hay propuestas que solo se le pueden ocurrir a alguien que venga de fuera. Y esto vale para todos los ámbitos profesionales. Unos le llamarán intrusismo, nosotros preferimos hablar de aire fresco.

¿Los viajeros tendrán que aprender a ser astronautas?
Los viajeros tendrán que prepararse para las peculiares condiciones del espacio, pero una vez allí solo tendrán que contemplar la Tierra, jugar con el agua en ingravidez o descubrir cómo se comporta su cuerpo en un lugar tan especial. Como prepararse para una maratón pero sin tener que dar la noticia de una batalla o correr el riesgo que te maten por mensajero. ¡Pero la corres!

¿Hará falta ser multimillonario para pasar unos días en el hotel? ¿Cree que el futuro será algo al alcance de cualquier persona?
El primero siempre paga el pato. O dicho de otra manera, los inicios siempre son restringidos, elitistas. Así empezamos no hace tanto con la aviación comercial, y ahora… ¿cuánto nos costó el último pasaje para Londres? El paso más difícil es el primero, pero una vez dado nuestra vida habrá cambiado para siempre.