Un hotel de 5 estrellas coronará la estación de Arc de Triomf


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El Periódico
HOTUSA ARC DE TRIOMF
(Spain)

UN HOTEL DE 5 ESTRELLAS CORONARÁ LA ESTACIÓN DE ARC DE TRIOMF

El complejo se levantara sin cimientos sobre la losa que tapa la parada subterránea. El proyecto resuelve los accesos a los vestíbulos de Renfe y metro, aún en obras.

La capacidad de adaptación es una de las herramientas más poderosas de un arquitecto. En tiempos en los que lo estético debe conjugarse con lo práctico y lo económico, construir un hotel de lujo encima de una estación de metro es un ejercicio de valentía, una muestra de que a Barcelona y a los que la trabajan les van los desafíos. El reto se hará metal en la parada de metro y Renfe de Arc de Triomf, que tendrá justo encima un complejo hotelero que la cadena Hotusa espera poder inaugurar en poco más de dos años. Un cinco estrellas con el suburbano a sus pies; mejor comunicado, imposible.
El responsable del proyecto es el despacho de arquitectos Equip, liderado por Xavier Claramunt, que ayer explicó a este diario los pormenores del plan, aprobado hace una semana en la comisión de Urbanismo del ayuntamiento. Claramunt hablaba del hotel, pero parecía referirse a un ser vivo. Al estar situado sobre una losa de dos metros de grosor que hará las veces de techo de la estación y suelo del edificio, el primer enigma era resolver la ausencia de cimientos.
Ahí floreció el saber aclimatarse a las circunstancias: «Hemos repartido el peso en muchos pilares pequeños, con lo que la losa no sufre y soporta sin problemas la carga», dijo Claramunt. Ese tiralíneas de columnas permitirá que la luz entre y salga a sus anchas por el chasis del hotel.

«UN EDIFICIO PELUDO» / «Es como un edificio peludo», resume con paciencia el arquitecto, capaz de que un neófito pueda hacer un dibujo mental de un proyecto de más de 9.000 metros cuadrados. En Hotusa parecen estar encantados con el nuevo juguete. Su encargo fue tan claro como comprensible: que sea bonito y que permita aprovechar el espacio al máximo. Rodeado de bloques centenarios, el equipo de Claramunt debía conseguir además que su edificio no fuera «un mamotreto», ya que se trata «de una construcción muy grande para una manzana clásica del Eixample». Para lograrlo, se decidió partir el inmueble en dos bloques, uno con seis plantas y otro con nueve alturas, coronadas por unas salas polivalentes encaradas al paseo de Sant Joan y desde las que se podrá contemplar toda Barcelona.

PLAZOS / Si no surgen más imprevistos –los hallazgos arqueológicos pararon seis meses el avance de las obras en los vestíbulos de la estación– la primera piedra podría colocarse a finales de año y, dado que la estructura metálica se irá fabricando en talleres y colocando poco a poco, el hotel podría abrir las puertas 18 meses después con el acceso al subsuelo en una de las esquinas.
Sin cimientos, rodeado de imponentes fincas con el sello de Cerdà, con la sombra del Arc de Triomf y una estación de metro y Renfe bajo los pies, este singular hotel emergerá con la intención de no ser «invasivo» para el barrio.