Duch Claramunt: diez años de encuentro entre arquitectura y joyería

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Arte y Joya
DUCHCLARAMUNT

(Spain)

DUCH CLARAMUNT: DIEZ AÑOS DE ENCUENTRO ENTRE ARQUITECTURA Y JOYERÍA

Acaba de presentarse en Palma de Mallorca la colección “10 Años de Ornamentación”, una recopilación de los trabajos del grupo de arquitectos de Duch Claramunt en el mundo de la joyería contemporánea. La muestra recoge desde piezas únicas, experimentales, hasta algunas de las últimas colecciones seriadas de sus creadores, que surgen del punto de encuentro entre la arquitectura y la joyería, eliminando todo esquema formal previo y partiendo de una revisión constante de la manera de entender la joya. El equipo creativo de Duch Claramunt considera que todo posee unas cualidades propias de las que, una vez revisadas y definidas, pueden sugerir nuevas ideas. Las piezas se apartan de la tradicional definición de la joya como objeto decorativo y como producto de un diseño que las predetermina, de tal forma que el usuario puede intervenir en su concepción final.
El acto de presentación tuvo lugar en el Colegio Oficial de Arquitectos de Baleares (C.O.A.B.) y contó con la presencia de Xavier Claramunt y María José Duch, arquitectos diseñadores de las piezas de la exposición, así como del decano-presidente del COAB, Rafael Rigo, y otros representantes de esta entidad, respaldando este trabajo de diez años que aporta una nueva dimensión al mundo de expresión que les es propio.

La experimentación en los orígenes
El grupo Duch Claramunt fue constituido en su origen por los arquitectos Sé Duch y Xavier Claramunt, que se iniciaron en el campo de la joyería hace ahora una década. En su primera etapa fueron profesores de diseño experimental de la Escuela de la Federación Catalana de Joyeros y Orfebres de Cataluña y fue en 1996 cuando se dieron a conocer como grupo, formado por profesionales del mundo de la joyería y colaboradores técnicos, con la presentación de su exposición “Hallan el equilibrio en la cadena”, en la sede de la Asociación para las Artes Contemporáneas de Vic.

Ese mismo año inauguraron, también, la exposición “Teixits, Joies de chCl”, en el Museo Textil de la Indumentaria de Barcelona y ya en 1998 realizan su entrada definitiva en el mundo de la joyería, con la presentación de “Mies 98”. Además de exposiciones, el curriculum del grupo Duch Claramunt se jalona con destacados premios, dentro de la joyería, como el Primer Premio Internacional Barnajoya, con “La Bola de Viaje”; el Concurso Nacional de Joyería Bagues, en sus ediciones de 1990 y 1992, con “Pendiente Redundante” y “Telón”, respectivamente; el segundo premio del X Concurso de Diseño aplicado a la Artesanía de Castilla-La Mancha, en 1998, con la colección “Puntes”; y en 1998, el trofeo LAUS con su nueva línea de packaging.

Piezas que dan paso a colecciones
Antes de presentar sus primeras colecciones, los creadores de Duch Claramunt dan forma a sus “piezas”, un conjunto de joyas únicas, plasmación experimental de sus ideas. Con estas “piezas” ponen en práctica y comprueban la factibilidad de las ideas, a modo de ensayo teatral, previo a la subida al escenario de las auténticas protagonistas de la obra. Este énfasis en la experimentación no puede sorprendernos viniendo, precisamente, de quienes se han afianzado en el mundo de la joyería como profesores de esta disciplina.

Entre puntos y puntas, piezas experimentadas
Estos diez años de historia del grupo Duch Claramunt se han visto reflejados, además de en sus “piezas” puramente experimentales, en unas colecciones que invitan a la participación del usuario, para que la joya sea algo más que una pieza ornamental.
Puntos, Dar forma, Pinza, Telón, Puntas, Espirales y Tub21 son los nombres de estas colecciones que definen una trayectoria y a las que ahora nos vamos a acercar, aunque sea brevemente.
Puntos juega con pequeñas gotas de plata de diferente tamaño y forma, preparadas para agarrase, permitiendo infinidad de combinaciones y colocaciones. Quien los lleva decide dónde, cuántos y cómo ponerse estos “puntos”.
Dar forma tiene el objetivo que define su nombre. A partir de la línea que forma una cadena, unas piezas buscan su equilibrio y transforman esa línea. La colección Pinzas está preparada para coger pequeñas cosas: pétalos de flor, hojas, ramitas…. Unas espirales de metal
lo hacen posible y así se transforman en pendientes, agujas o collares, según el gusto y el estado de ánimo de quien las lleva.
Telón propone una pieza rectangular de malla, en plata y oro, que puede ser utilizada alrededor del cuello. Esta malla puede lucirse lisa, con unos pequeños cortes que permitan su adaptación a la zona de uso, o bien arrugada, con la ayuda de unos clips o pinzas.
Puntas nos acerca al mundo del encaje de bolillo, aplicando su técnica y métodos a la joyería. El resultado es una malla/tejido de hilo de oro y plata, con los entrelazados y densidades propios de los encajes y las propiedades que aporta el metal. Pueden ser rígidas o articuladas y juegan con los volúmenes, las curvas o los pliegues, para permitir múltiples combinaciones. Espirales aprovecha la tensión del metal y las cualidades mecánicas de un muelle, para generar infinidad de secciones; mientras que en Tub21 las piezas dan forma a la línea mediante la articulación de veintiuna curvas, a las que la propia geometría obliga a adoptar formas y volúmenes diferentes. Así, pueden dar vida tanto a un collar como a un brazalete.
Actualmente, el grupo Duch Claramunt está formado por los profesionales del mundo de la joyería Xavier Claramunt, Sé Duch, Miquel de Más, Mónica Sunyer, Jordi Antentas, Carles Serra, Fernando Herran e Isabel Moreno, junto a un amplio equipo de colaboradores técnicos.

Algo más que cajas y con trofeo
Los packs diseñados por el grupo Duch Claramunt son algo más que cajas para contener una joya y forman, con ella, un todo, pensado para potenciar el momento en el que el usuario recibe, busca y encuentra la pieza en su interior. Los envoltorios dejan de ser la caja de siempre y son generados según un sistema que propone formas y nuevos materiales, con una característica añadida, que una vez abierto el regalo, no se tiran sino que se reciclan, adaptándose a una nueva utilidad. Estos packs se mueven en torno a tres líneas de creación: ExpoPack, un envase que cumple dos funciones, contiene la joya y puede ser utilizado como expositor;  ButPack, donde los creadores juega con el concepto de abrir y encontrar, para proponernos desplegar y buscar, con el resultado final de encontrar. Esta innovadora presentación ha sido reconocida con el prestigioso Trofeo Laus 99. Por último, la tercera línea que nos propone el grupo Duch Claramunt lleva el nombre de TemPack2000, su concepción del envoltorio para este año, con posibilidades de entrega en frío o en caliente, para confundir e intrigar al receptor sobre su contenido. Toda una provocación de los sentidos, con contrastes táctiles y visuales, jugando con la complicidad de los materiales -cartón, gelatina…-, para sorprender desde el envoltorio.