Palacio los Patos, un juego de miradas

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HOTEL HOSPES GRANADA
(Spain)

PALACIO LOS PATOS, UN JUEGO DE MIRADAS

Recientemente galardonado con el premio Geo al segundo mejor hotel de diseño europeo, el establecimiento de Hospes no deja de cosechar éxitos. No es para menos: su perfecta silueta aúna tradición y modernidad en una novedosa estructura en que pasado y presente se miran cara a cara.

Hospes Palacio de los Patos representa una sugerente combinación de dos edificios que se miran con complicidad: el Palacio de los Patos, una cuidada reconversión de un palacio del siglo XIX de arquitectura clásica e industrial catalogado como Bien de Interés Cultural, y un edificio de nueva planta, una mezcla de profundidades y transparencias tras una majestuosa y sutil celosía de alabastro. El resultado, precioso, elegante y mágico -nadie lo duda a estas alturas: el edificio no deja de acumular galardones, el último el otorgado por la prestigiosa revista “Geo”-, no es más que la culminación de un largo proceso historico-artístico que ya arrancara en el siglo XXI y que EQUIP Xavier Claramunt ha sabido retomar y redondear en nuestros días. EQUIP Xavier Claramunt debía dotar de una nueva función a un edificio histórico, ya existente, y que implicaba en algún sentido la necesidad de ganar espacio. Pero este crecer no tenía por qué realizarse mediante el tacto, la incrustación, la cirugía. Se podía pensar en una estrategia visual, un juego perspectivo: adueñarse del espacio necesario a través de una ilusión que evite las grandes intervenciones sobre lo existente pero que cambie profundamente su cometido actual. Que mire y se deje mirar. Más que ampliar el Palacio de los Patos, se alzarían una serie de celosías para conseguir las densidades que deberían delimitar los usos y actividades. Más que construir un volumen se levantan cortinajes, bambalinas por las que mirar, con un cierto pudor, al Palacio desde las nuevas áreas. A un lado el edificio histórico, de nuevo protagonista, al otro y curioseando, una superposición de planos y densidades separadas del Palacio por un jardín emparrado en la misma celosía que se extiende en horizontal alrededor del edificio, definiendo el jardín y sus sombras. El acceso se realizaría por el Palacio, lo principal, al que se llegaría desde la calle. Una vez dentro se descendería hasta un gran espacio de recepción que se extendería públicamente en baños y salas bajo el jardín. Un subterráneo inundado de la luz del propio jardín que vuelve sus fuentes y acequias en lucernarios acuáticos que hacen titilar la luz que dirige nuestros pasos del Palacio a las nuevas áreas. Una nueva masa verde quiere envolver al Palacio de los Patos, que ve sublevarse toda esta vegetación hasta emboscarse como ampliación del edificio histórico. Separados por el jardín, su comunicación es subterránea, ganando una nueva área pública que se ilumina profusamente a través de las zonas de agua del jardín. La luz atraviesa el lecho de las acequias o cruza el fondo de los pozos para puntear, bañar el camino, hacer muy consciente del jardín sobre la cabeza, como una segunda sombra que acompaña al huésped hasta las nuevas instalaciones. Una vez en ellas, el proyecto se divide en tres áreas.

Comedor
Ubicado a cota de jardín, se concibe como una extensión del mismo y viceversa. El jardín entra con sus pavimentos y sus maneras hasta el interior de esta planta y las mesas salpican de comensales las zonas ajardinadas. El comedor se dispone longitudinalmente en contacto con el jardín y sus estanques, las cocinas se ubican en la zona que da a la calle Solarillo de Gracia, ya que esta zona queda en semisótano por debajo de dicha calle y el acceso de servicio se realiza a través del aparcamiento en la planta sótano 2, con escalera y ascensor independientes. Las comunicaciones verticales y servicios de planta se ubican también longitudinalmente, paralelas al comedor, junto al Callejón Antonio.

Los Baños
La planta sótano actúa como conexión natural a cubierto entre el Palacio y su ampliación. El tránsito entre los dos edificios constituye un Hall iluminado cenitalmente y delimita a lado y lado dos zonas diferenciadas. Dando a General Narvaez quedan las rampas del aparcamiento subterráneo, que conducen al aparcamiento que se extiende en cuatro plantas sótano más. Dando a Solarillo de Gracia aparece una zona de Baños compuesta por una sala caliente, sala templada, sala fría, sauna seca, área de musculación, vestuarios y lavabos. Este espacio, al igual que el Hall de esta planta, está iluminado cenitalmente.

Las Habitaciones
Se ubican en las plantas superiores, tres por encima del restaurante, dos por encima de la calle Solarillo de Gracia, la última de las cuales queda retranqueada respecto a dicha calle. Todas las habitaciones, a excepción de una por planta, miran al Palacio, por entender que es el objeto preciado de este proyecto y pensar que el posible usuario acudirá al conjunto más atraído por el Palacio que por su ampliación. Miran, pero lo hacen de un modo tamizado, a través de una translúcida celosía de mármol, para evitar que los vecinos ocupantes no se sientan observados y viceversa. De este modo la ampliación constituye un telón de fondo para la villa urbana existente, dado que la celosía de mármol no concede pistas aparentes de su tamaño, pues no contiene elementos que permitan reconocer su escala. Tales como ventanas, puertas, o escaleras.