La ciudad está rodeada de entradas perpendiculares a ella, menos una (que hace un bucle y se entra a través de un torrente). Repetir esta entrada a lo largo de un mismo paisaje puede provocar una sensación de orden dentro de un gran desorden. La línea que los enlaza es una vía rápida llena de accesos lentos que se enroscan y se hunden.
“…las modificaciones de las cosas se asemejan al movimiento continuo de los árboles en una carretera que se recorre velozmente…”
En la carretera, la ciudad se transforma en una sucesión de imágenes, como si fuese un cine, (partes de la ciudad diferentes, polígonos, ensanches, casco antiguo, residenciales aislados). Después la lentitud nos enfoca, una a una, las imágenes.

La vía ha quedado colocada entre la ciudad urbana y la ciudad industrial. Es un filtro entre estas dos partes. También un lugar de relación, una franja.